Leon tiene un piso de una sola habitación, pero necesita más dinero ya que son su sueldo no es suficiente para hacerse cargo de todos los gastos que tiene, así que decide que ya que su horario de trabajo es nocturno, y él duerme cuando normalmente la gente esta trabajando y fuera de casa, puede alquilarla y establecer unos horarios para que nunca coincidan, eso si, dejando claro que cada uno usara una sola parte de la cama. Tiffy necesita encontrar un nuevo piso, lo ha dejado con su ex y se ha tenido que ir de casa, no es que vaya muy sobrada de dinero, así es que cuando ve el anuncio de Leon le parece extraño pero encaja con su presupuesto así que lo acepta. Dispondrá de la casa durante la noche y los fines de semana, pero tiene una hora de salida por las mañanas y de llegada por las tardes, por tal de que nunca se crucen, de ello ya se encarga la novia de Leon. Ya que nunca coinciden, cuando necesitan decirse algo el uno al otro lo hacen a través de post-its, al principio son unos pocos con lo justo y necesario, poco a poco se van preguntando más cosas personales hasta que al final las conversaciones terminan siendo inmensamente largas llenando con ello la casa de notitas por doquier. Me ha gustado la forma que ha tenido la autora de meter temas complicados, como son el acoso y las relaciones tóxicas, dentro de la trama sin hacerlo el centro de la novela, con un tacto de lo más sutil pero sin pasar nada por alto. Resulta totalmente real, viendo como la víctima no es consciente ello mientras lo sufre, haciéndole su cerebro que excuse todas esas malas actitudes pero que cuando por fin se aleja de ello va abriendo los ojos, sufriendo aún más pero siendo consciente de todo por lo que ha pasado. Los personajes principales son, como es evidente, tan solo dos: Tiffy, que a pesar de ser editora adjunta en una editorial no tiene una economía envidiable por tanto no le queda más opción que aceptar la oferta del piso-cama compartido. Es un personaje que de primeras ya sabes que te va a gustar. Es una chica un poco estrambótica, tan solo con su forma es vestir ya llama la atención y su vida a veces resulta tan surrealista que es imposible no reírse con ella y con las cosas que le ocurren. Se le coje un cariño increíble desde el principio. Al menos yo lo hice. Leon es más serio, no es una persona dada al habla fácilmente, pero tiene un corazón enorme. Al principio se le ve bastante tímido pero conforme lo vamos conociendo, y también Tiffy, vemos que no es como parece y al final resulta imposible no cogerle cariño también, es de esos que hace lo imposible por alguien a quien le importa. Es por ello que decide alquilar su cama, para poder pagar el abogado de su hermano. Sus 448 páginas, separados por capítulos alternos contados por Tiffy y por Leon, se me hicieron super cortos, se lee con una facilidad increíble. Leon es bastante reservado pero gracias a sus capítulos lo podremos conocer más antes de que lo haga Tiffy. Resulta una lectura muy divertida, además de la forma tan diferente que tienen ambos personajes de comunicarse y ese contrato tan extraño que han establecido, pero lo que más me ha gustado es que la autora se ha tomado su tiempo para hacer que estos se conociesen, ha ido poco a poco sin forzar las cosas ni ir precipitada, haciéndolo más realista. Resumiendo... Piso para dos es una lectura amena, fresca y divertida, donde la autora toca temas serios con muy buen tacto, haciéndote reír en otros momentos y consiguiendo que te enamores de los personajes. De esas lecturas que aún tiempo después de haberla terminado te sigue el buen sabor de boca. Enlace: http://entreunmontondelibros.. + Leer más |