Belleza roja de Arantza Portabales
En hebreo existe esa palabra. Hore shakul. Padre o madre privado de su hijo. Un pueblo valiente, los judíos. Hay que serlo para ponerle nombre a esta pérdida, para decirlo en voz alta.
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Belleza roja de Arantza Portabales
En hebreo existe esa palabra. Hore shakul. Padre o madre privado de su hijo. Un pueblo valiente, los judíos. Hay que serlo para ponerle nombre a esta pérdida, para decirlo en voz alta.
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Belleza roja de Arantza Portabales
No hay una palabra en el diccionario para quien pierde a un hijo.
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Belleza roja de Arantza Portabales
Los cuadros son como los chistes: si necesitan explicación, es que no son buenos.
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Belleza roja de Arantza Portabales
Culpa. La culpa no era un sentimiento fácil de gestionar. El dolor por la pérdida de un ser querido era comprensible. La culpa no. La culpa era un gusano que te iba royendo poquito a poco. Comiéndolo todo. Provocando un vacío dentro que no se podría llenar jamás.
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Belleza roja de Arantza Portabales
Comenzar de nuevo. No era posible, no. Porque el pasado es testarudo, y tiene por costumbre pegarse a las espaldas de uno.
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Deje su mensaje después de la señal de Arantza Portabales
Hay cosas que una debe hacer por una madre, sobre todo cuando descubres que las madres, efectivamente, son mujeres, aunque un día olvidasen que lo eran.
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Deje su mensaje después de la señal de Arantza Portabales
Yo me quiero así. Con setenta y cinco años. Sola. En mi casa. Disponiendo de mi pensión de viudedad. Hago lo que me da la gana. Con quien me da la gana. Lo que es morirme, me muero. Pero esta sensación de libertad, esta, ya no me la quita nadie. |
A vida secreta de Úrsula Bas de Arantza Portabales
"O teléfono móbil ao que chama non contesta. Deixe a súa mensaxe despois do sinal". Lembrou que Úrsula lle dixera unha vez que quería escribir un libro de mulleres soas que deixan chamadas nun contestador automático. (alusión o libro de Arantxa "Deixe a súa mensaxe despois do sinal, merece moito a pena a sua lectura)
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La vida secreta de Úrsula Bas de Arantza Portabales
...las cosas no siempre salen como uno desea. Ni acaban como debieran, aunque a veces nos empeñemos en que no acaben.
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La vida secreta de Úrsula Bas de Arantza Portabales
Una cárcel no lo es de verdad, hasta que pierdes la esperanza de abandonarla
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Belleza roja de Arantza Portabales
Aprendí hace mucho que la locura nunca es de por sí la cauda de un crimen. Puede ser un factor que estimule al asesino, pero nunca es un móvil en sí mismo.
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A veces me da por pensar en qué punto de mi vida cambió todo. Qué instante, qué circunstancia, que giro del destino me trajo hasta aquí.
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Hola, hijo. No sabes el consuelo tan grande que es para mí marcar el número de tu casa y dejarte estos mensajes. Porque la verdad es que me daba un miedo terrible no poder despedirme en condiciones y decirte todas esas cosas que los dos sabemos que nunca te pude decir. A lo largo de esta vida tan sólo tuve un miedo real: morir después de ti. Por eso ahora estoy tranquila. Porque sé que eso no va a suceder. A morir no tengo miedo. A la muerte no se le puede temer. Sólo muere quien vivió, hijo. Yo le tengo respeto.
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Hay cosas que una debe hacer por una madre, sobre todo cuando descubres que las madres, efectivamente, son mujeres, aunque un día olvidasen que lo eran.
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Infinito la querías a ella también. Lo sé. Porque tú no sabes querer de otra manera. Yo no soy así. ¿De quién habrás heredado esa capacidad para amar sin medida, hijo? Todo lo haces por amor. A tu profesión. A tus pacientes. A mí. A ella. Infinito. |
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A lo largo de mi vida, solo he tenido un miedo real: morir después de ti. Por eso ahora estoy tranquila, porque eso no va a suceder. A morir no tengo miedo. A la muerte no se la puede temer. Solo muere quien ha vivido, hijo. Yo le tengo respeto. Pero... ¿miedo? ¿Qué viene siendo el miedo, más que ignorancia? Te confieso que, si acaso, soy algo cobarde, porque nunca he llevado bien el dolor.
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Gregorio Samsa es un ...