Las mujeres de Federico de Ana Bernal-Triviño
-Pero no estás sola..., tienes a tus hermanas-añadió Rosita-. Nosotras siempre hemos estado en la soledad de nuestra habitación. -Puedes tener compañía y estar en la soledad más absoluta. Puedes tener compañía y sentirla como un yugo |