Las mujeres de Federico de Ana Bernal-Triviño
Me ha venido a la memoria a la voz de las mujeres de mi casa. Mie ama decía que cuando hablaba con ella y con mi tía, al menos, me desahogaba y las tres nos podíamos "hartar de llorar y nos repartiremos el sentimiento". Así, literal. Y tía siempre decía: "es el defecto de las mujeres decentes de estas tierras. No hablar. No hablamos y tenemos que hablar. Hemos tragado demasiado dolor. Hemos mantenido demasiado silencio. ¡Que explote hoy todo lo que encerramos en el pecho!
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