Dicker se convierte de nuevo en personaje de su novela para resolver junto a una escritora primeriza un crimen del pasado en el mundo de las altas finanzas.
Enlace: https://www.laverdad.es/abab.. |
Dicker se convierte de nuevo en personaje de su novela para resolver junto a una escritora primeriza un crimen del pasado en el mundo de las altas finanzas.
Enlace: https://www.laverdad.es/abab.. |
Para mi un libro interesante que da giros inesperados ,sorprende para bien y te mantienen en vilo hasta la última página. Recomendable 100% te metes en la historia desde el comienzo y te sorprende porque lo que parece no lo es y estás deseando saber qué es lo que pasó.
|
Joël Dicker para mi es uno de los mejores escritores,he devorado cada uno de sus libros y como era de esperar éste último libro lo he disfrutado hasta el final. Me encanta este libro un poco biográfico,que se lo ha dedicado a su editor. Sobre todo las escenas que habla de su editor con tanto cariño y respeto. Por su puesto la trama engancha desde la primera hoja y estas en un vilo hasta el final,porque no sabes nunca lo que te puedes encontrar y menos aún saber quien es el asesino. Un libro muy recomendable.
|
Quieres leer "El enigma de la habitación 622"? Si. Es mi primer libro de este autor y me ha conquistado. Su lectura es fácil y adictiva, la resolución casi hasta el final no la intuyes (a lo mejor soy algo torpe) pero es lógica no metida a presión. Es dinámico aunque no sea de acción. Me ha gustado mucho. Gracias. |
Me ha gustado bastante esta novela, tiene misterio, vueltas de tuerca, te hace dudar de quién puede ser el asesino durante toda la narración. Pero he de confesar que para mí tiene varios puntos muy previsibles, aunque bien es verdad que mantiene el misterio hasta el final.
|
Dicker tiene una capacidad increíble de absorber y arrastrar al lector al interior de sus novelas y no dejarlo escapar hasta el final. La fórmula es la de siempre. Una trama con intriga, un argumento que gira, gira y gira y una gran facilidad para conectar a nivel narrativo en el lector. En esta ocasión nos vamos a encontrar una novela dentro de otra. Y una de ellas es protagonizada por el propio Dicker. Cuando hace un par de años se encontraba realizando un descanso y una cura espiritual en un lujoso hotel de los Alpes suizos: El Palace de Verbier. Allí conocerá a la joven que ocupa la habitación contigua, la 621 bis, y juntos intentarán averiguar porque no hay una 622 en él. Esta parte de la novela para mí ha sido un poco como una especie de aderezo. El autor nos muestra un poco su lado más humano a la vez que le hace un homenaje a su editor que falleció en 2008 y al que le dedica la novela. Nos contará sus primeros pasos en el mundo de la literatura y como Bernard de Fallois impulsó su carrera con una fe ciega en él. Aunque me ha gustado conocer esa parte más personal del autor en realidad para mí esta trama argumental que tiene una pizca de romance entre otras cosas me ha resultado más anecdótica que otra cosa. La segunda trama argumental nos traslada unos años atrás en el tiempo. Y más concretamente una semana antes de que se encontrará un cadáver en la habitación 622 del Palace de Verbier. Esta trama tiene unos personajes completamente diferentes y funciona por sí misma mientras que la otra se subyace a esta. Partimos de una muerte misteriosa que en su momento la policía no llegó a resolver y cuya intriga nos ocupará toda la novela. Sin querer desvelar mucho os contaré que Dicker nos introduce en el ámbito de un gran banco en el que encontraremos un cóctel que tiene un poco de todo. Ambición, luchas de poder, secretos, amor y desamor, envidia, venganza, etc... Todos sus personajes están envueltos en una red de secretos. ¿Víctimas o verdugos? ¿Culpables o inocentes? Solo el tiempo pondrá a cada cual en su sitio. Y a partir de aquí nos encontramos una de esas novelas típicas de Dicker en las que se construye y "desconstruye" el argumento una y mil veces. Sobre todo al pasar el ecuador de la novela nos iremos encontrando multitud de giros argumentales que cambian totalmente la historia. No solo es imposible predecir cualquiera de esos requiebros sino que también lo es aventurarse y colocar en un lugar u otro a sus personajes. Hay mucha gente que disfruta muchísimo con este tipo de novelas pero os confieso que a mi me ha dejado con una sensación parecida a su primera novela -La verdad sobre el caso Harry Queber- que repite demasiadas veces lo mismo, que al final da tantas vueltas que de alguna manera dejé de disfrutar el desenlace porque me cansaron tantos giros y vueltas. Tantas veces desandar el camino hecho para reexplicar todo de nuevo no me ha parecido que esté justificado. Innegablemente la novela es compleja pero también una locura. En definitiva, creo que Joël Dicker tiene una gran capacidad de conectar con el lector y crear tramas que son como una montaña rusa pero también a costa de alargar innecesariamente un argumento que no necesita tanto rizo. ¿La he disfrutato? Si pero llegó un punto en que estaba deseando que acabara Enlace: http://adivinaquienlee.blogs.. + Leer más |
Tenía muchas ganas de leer la nueva novela de Joël Dicker, "El enigma de la habitación 622", ya que todas sus anteriores novelas me encantaron, sobre todo "La verdad sobre el caso Harry Quebert". Así que cuando empecé a leer por redes sociales opiniones tan negativas sobre "El enigma de la habitación 622", me quedé un poco "plof", ¿cómo podría ser? No obstante, antes de comenzar el libro hice un "reset" e intenté leerlo sin dejar que esas opiniones me influyeran. Y la verdad es que a mí esta novela también me ha encantado. Sé que, como se suele decir, para gustos están los colores, pero creo que aquí, lo que en muchas ocasiones ha podido ocurrir, es que se esperaba una novela siguiendo el guión de sus anteriores libros. Y lo cierto es que "El enigma de la habitación 622" es muy diferente y tenemos que leerla con una idea diferente sobre la palabra thriller. ¿No es "El enigma de la habitación 622" un thriller? Sí, sí que lo es. Pero no un thriller "al uso", como estamos acostumbrados. Es un thriller, con un toque cómico, que nos va a recordar mucho a las pelis tipo "Con la muerte en los talones". Y esto quizá sea lo que en muchas ocasiones no se ha entendido, o no ha sido del gusto de todos. Para todos aquellos que quieran leer "El enigma de la habitación 622", yo recomiendo que lo hagan con la mente abierta, sin conceptos ni prejuzgar, y seguro que de esa manera lo van a disfrutar de principio a fin. Con sus 619 páginas se nos va a pasar en un suspiro. Lo primero, destacar el homenaje que Joël Dicker ha realizado a a su editor, Bernard de Fallois, fallecido recientemente. Me ha parecido un gesto precioso, todo lo que cuenta sobre cómo se conocieron, cómo al principio no le quería publicar, pero también cómo después se hicieron los mejores amigos. Bernard de Fallois peleó por sacar adelante las publicaciones de Joël Dicker, e incluso la lucha que tuvo para que la serie de Harry Quebert se hiciera realidad, y de la mejor manera posible. En las páginas que encontramos dedicadas a Bernard de Fallois se nota el aprecio que se tenían mutuamente y lo importante que era Bernard de Fallois para Joël Dicker, no sólo a nivel profesional, si no también personal. Después, centrándonos en la novela propiamente dicha, tenemos el misterio del asesinato en la habitación 622 del Palace de Verbier, ocurrido hace algunos años. En este punto me ha llamado la atención que no sabemos la fecha exacta. Es decir, tenemos el tiempo presente, 2018, en el que Joël Dicker intenta huir de una ruptura y nos narra cómo llegó al Palace y conoció a Scarlett. Juntos empiezan a investigar lo ocurrido en la habitación 622 con idea de escribir un nuevo libro. En todo momento, a la época del asesinato, se refieren como "años atrás, hace algunos años", nunca llegan a concretar. De igual manera, luego tenemos otro tiempo en que se narra la historia y es 15 años antes del asesinato. Así que la historia está narrada en tres tiempos diferentes: presente (2018), hace algunos años del asesinato y 15 años antes del asesinato. Lo bueno es que en todo momento se nos especifica cuando ocurre lo que estamos leyendo, de esa manera podemos ir montando la historia. Los tres tiempos se complementan con las tres historias que vamos conociendo. En la actualidad, la investigación de Joël y Scarlett y su relación, por decirlo de alguna manera. En el momento del asesinato, pues lo ocurrido en el Gran Fin de Semana del Banco Ebezner en el Palace de Verbier, con los distintos implicados: Jean-Bénédict, Lev, Macaire, Tarnogol, Anastasia, y la lucha por la presidencia del Banco Ebezner y la lucha por el amor de una mujer. 15 años antes del asesinato, conocemos a los mismos personajes, y poco a poco vamos descubriendo cómo sus acciones han influido para el momento del asesinato y cómo han marcado su vida. Así que vamos pasando poco a poco por la vida de cada personaje, hasta llegar a la actualidad, e intentando descifrar lo ocurrido. Como curiosidad diré que no sabremos quién es el asesinado en la habitación 622 hasta que llevemos bastante libro leído, creo que más o menos sobre la mitad. Así que, por primera vez, me ha pasado que estaba continuamente pensando en quién era el asesinado y no quién era el asesino. Todas las pistas que se nos iban descubriendo, según leemos las diferentes partes temporales de la historia, nos lleva a pensar en distintas opciones. Hay momentos en que pensamos que el muerto puede ser cualquiera y, una vez que lo descubrimos, pasamos a pensar que el asesino puede ser cualquiera. Me ha parecido una manera muy curiosa de jugar con nuestra mente, de esa manera vemos la historia desde dos puntos de vista diferentes: ¿a quién han matado? y ¿quién lo ha matado? El "por qué" queda más difuminado, ya que según vamos montando la historia, entendemos lo ocurrido. Pero lo que está claro, como en todos los buenos thrillers, es que hasta que el final no se descubre quién ha sido, y nos vamos a quedar sorprendidos. Lo siguiente que nos llama la atención de "El enigma de la habitación 622" es la manera que ha tenido Joël Dicker de narrarlo. Muy diferente de sus anteriores novelas, quizá más de "estar por casa", con vocabulario más coloquial, más cercano. Sé que no suele gustar, pero para el humor que conlleva la historia es necesario. Además de que es fácil y cómodo de leer, por lo que no se llega a hacer larga la novela en ningún momento. La parte humorística de la novela me ha encantado. Está claro que Joël Dicker se la ha jugado mucho dándole ese toque, pero para mí ha sido todo un acierto. El pobre Macaire, todo le pasa a él. No sale de una y ya está metido en otra. Con la presidencia del banco, que si ahora sí, que sí ahora no; como intenta engañar a Tarnogol para que le apoye y como al final le pillan y todo se le tuerce. Con los casos que le mandan de espía para la P-30. La idea con su primo Jean-Bénédict de la operación "vuelco". Tenemos muchas circunstancias, así que le da más dinamismo a la historia del asesinato y que a mí me han provocado soltar más de una carcajada. Toda la trama que ha ideado alrededor del Banco Ebezner, del Palace de Verbier y de los personajes, me ha dejado muy buena sensación. Juega mucho con nuestra mente y con las pistas que nos va dando, no es fácil encajar toda la historia y que no queden flecos sueltos. Para mí, "El enigma de la habitación 622" es una buena lectura, que merece la pena leer. Pero recuerda, no es un thriller cualquiera ni típico. Enlace: https://www.anikaentrelibros.. + Leer más |
Sinceramente me esperaba más, mucho más. La historia esta bien, y los personajes también. Lo que no me convence es el desarrollo y evolución de la trama. En un mismo capitulo vives 3 historias diferentes aunque no muy bien "conectadas"en 3 épocas diferentes a la vez. Esto hace que cuando ya estas metido en la historia de lleno, de pronto te corta y tienes que meterte en la otra y así sucesivamente. Te descoloca bastante. Y sobretodo lo que no me gustó nada es q te cuele su historia con su editor de cualquier manera que no viene al caso. En mi opinión podía haberle hecho una biografía a parte. |
Partíamos de unas expectativas altas por lo mucho que nos gustaron las dos obras anteriores – tenemos pendientes seguir con El libro de los Baltimore – y en este caso ¡decepción!. En esta obra «El enigma de la habitación 622» esperábamos un thriller largo, sí, como nos tiene habituados, pero no por ello aburrido. Sino con grandes dosis de suspense y una trama interesante. Por desgracia, no ha sido para nada así. Nos ha resultado aburrido, esperaba mucho más puesto que otros libros del autor nos gustaron. Se incluye mucho rollo sin decir nada, extendiendo páginas sin contar detalles que interesen o influyan en la trama. Además, la elección de la misma no nos ha atraído en ningún momento. No hemos podido (o sabido) conectar con la historia. En nuestra opinión, es un thriller más bien light centrándose en un triángulo amoroso de idas y venidas a lo largo de los años, salpicándolo de un asesinato del que no sabemos quién es ni por qué. Parece puesto con calzador y más aún el incluirse a sí mismo para investigar así porque sí, sin darle emoción. Lo único salvable es el embrollo que se conoce al final y que te descoloca porque no lo esperas, pero no es lo suficiente como para merecer dedicarle horas a la gran cantidad de páginas que tiene, al menos desde nuestra opinión. Cuenta y se explaya demasiado en todo, detalles que más que aportar vienen a rellenar y hacer la lectura más tediosa. Saltos continuos en el tiempo sin ton ni son que te sacan de la lectura, ¿laberinto? sí, sin duda, pero del que quieres salir aunque sea subiendo por las paredes. El hecho de incluirse a él mismo como personaje podría estar bien pero en este caso no ha sido así, se nota forzado y el cómo comienza a investigar es muy flojo, sin tensión, sin un verdadero interés, le falta transmitir seriedad en este aspecto. La sensación que hemos tenido es de: investigo porque sí, total estoy aburrido y esto me va igual de bien que cualquier otra cosa. Enlace: https://losmejoreslibros.top.. + Leer más |
¿DESCONECTAR? 📖 DAME UN BUEN THRILLER, UNO DE DICKER 🕵🏻♀. Hace siete años que conozco a este autor y, desde entonces, espero siempre con impaciencia sus novedades. Este libro, El enigma de la habitación 622, no es mi favorito, pero sí ocupa un honorable segundo puesto🥈. La promoción de este libro incluyó el habitual gancho de "su obra más personal". En este caso, esa referencia es cierta, puesto que la premisa inicial de la novela es la muerte real del editor de Joël y (aquí empieza la ficción) el retiro del autor a un hotel de los Alpes suizos🗻, el Palace de Verbier, para escribirle una buena novela a modo de homenaje. Allí, tratando de sobrellevar la ausencia de su amigo y la reciente ruptura con su novia Sloane, iniciará una investigación, instigado por otra huésped del hotel, sobre algo que aconteció años atrás en ese mismo lugar, en la habitación 622 ⚰️. Esas indagaciones 🗞️ nos llevarán a la alta esfera ginebrina, a grandes propiedades a orillas del lago Lemán y, sobre todo, a los despachos de una gran entidad financiera 💸. En este escenario, entre pasiones, traiciones y espías, el thriller se acercará al género de la comedia de enredos, para acabar donde empezamos, en el hotel Verbier 🛎️. Este libro o lo amas o lo odias. Yo he leído más críticas del segundo tipo que del primero, pero todo es cuestión de gustos. Aunque la trama peque de poco realista y los personajes resulten en ocasiones poco creíbles, a mí eso me gusta: Joël rompe cánones, no cae en estoreotipos y no es predecible. El hilo argumental y sus giros me han resultado muy divertidos, los personajes son originales y carismáticos (Levovitch, Macaire, Anastasia...❤️) y la ambientación está muy conseguida. Pero, sin duda, me gusta este libro por su estructura. Sigue el mismo patrón que utilizó en La verdad sobre el caso Harry Quebert o en La desaparición de Stephanie Mailer: los mil saltos temporales, las predicciones, la justa dosificación de la información... Me parece imposible narrar así sin volverse loco, para mí es un maestro ✒️. + Leer más |
Es otro de los libros que tenía muchas ganas de leer ya que desde que descubrí a este autor con su novela "La verdad sobre caso Harry Quebert" he ido leyendo todos los que ha ido publicando. Este autor tiene una forma peculiar de escribir que me tiene completamente atrapada ya que juega con diversos escenarios en diferentes épocas del tiempo manteniendo el misterio hasta que él quiere que se destape. Es cierto que, para mi gusto, esta vez alarga demasiado la trama pero como está el libro lleno de diálogos y la lectura es ágil ello no ha impedido que haya disfrutado con su lectura. No supera este libro al "Libro de los Baltimore" que tanto me gustó pero no impide ello que también lo considere un buen libro y que siga esperando con ilusión cualquier otro que lleve el nombre de este escritor.
|
Conociendo anteriores libros del autor, ésta me pareció una novela un tanto disparatada, donde todo gira alrededor de un triángulo amoroso, con innumerables idas y venidas, engaños y desengaños muy forzados que lejos de mantener el interés lo evapora, sin contar con los abusivos saltos en el tiempo, para ir desenmarañando la vida de los protagonistas y los acontecimientos que dieron lugar a los hechos sucedidos una noche, en un hotel, en la habitación 622, donde un empleado descubre un cadáver... . Original en su trama, aunque a mi me sobraron páginas y escenas por momentos ridículas, infantiles y en algunos casos poco creíbles, rayando ya en la comedia o en el thriller del absurdo, si es que eso existe, he de decir que la historia cuenta con giros inesperados a cada poco, que hace que aflore la curiosidad pero no la intriga, con un final que sorprende por como está construida y pensada la trama . Novela de agradecimiento y reconocimiento a su editor Bernard de Fallois, ya fallecido + Leer más |
Sus voces aún retumban en mi cabeza. Mi paladar no quiere perder el sabor de la buena historia que acaba de terminar. El escritor nos seduce con sus personajes, con su forma de mostrárnoslos y con esa historia que hace única para nosotros. Y es que no solo el autor es un protagonista de este libro; nosotros, los lectores, nos hemos sentido como un personaje más, que se iba conociendo a sí mismo según avanzaban las páginas. Para mí, sublime, espléndido. Una gran obra que me ha atrapado y que me ha dejado un vacío al cerrar su contraportada. Pueden no gustarnos todas las obras de un/a escritor/a, pero algunos, sin duda, son una puesta segura de seducción lectora.
|
El enigma de la habitación 622 empieza con las claves de un buen thriller: con un asesinato y dejando todas las incógnitas al aire. Es el segundo libro del autor que leo, pero he disfrutado tanto o más que con el primero, el de Harry Quebert. Me ha atrapado desde el primer momento. Al terminar cada capítulo, mi cabeza pedía más. El estilo del autor sigue presente, y la trama está contada tanto en presente como con flashbacks, en tres tiempos diferentes. Además, el mismo Joël Dicker, es el personaje protagonista de la historia. Es un libro que hace que te plantees en todo momento quién es el asesino y qué es lo que ha ocurrido. En este libro podríamos distinguir dos partes: la novela propiamente dicha en dónde la trama es lo que ocurrió en la habitación 622; y la otra parte, la parte dónde el propio Joël Dicker, le hace un homenaje a su editor Bernard de Fallois, recientemente fallecido. El libro, como el anterior libro que he leído del autor, "La verdad sobre el caso Harry Quebert" está escrito en tres tiempos verbales. El tiempo presente, dónde el autor junto a Scarlett están investigando el asesinato; el asesinato propiamente dicho, que no sabemos realmente cuando ocurrió; y 15 años antes del asesinato, dónde se nos presenta la vida pasada de todos los personajes. Las tres historias, con los tres tiempos en que ocurren, se van complementando entre si. En definitiva, ha sido una muy buena lectura y un buen thriller con el que he disfrutado muchísimo. Es de esos libros que me gustaría olvidar para volver a leer y volver a disfrutarlo de principio a fin. Me tuvo enganchada en todo momento, y, al intercalar los tiempos verbales en los capítulos, me dejaba con ganas de seguir leyendo y saber más. + Leer más |
Todo gira alrededor de la famosa habitación. Pero a lo que se accede es a una serie torrencial de vínculos y traiciones, de forcejeos feroces alrededor de la presidencia del banco privado más importante de Suiza.
Enlace: https://noticias.perfil.com/.. |
El año pasado conocí a este autor por “La verdad sobre el caso Harry Quebert” y fué de mis mejores lecturas del año. Así que decidí leerme este, y una vez más Joël no me ha defraudado. En este libro nos encontramos con el álter ego del propio Joël, que tras una ruptura amorosa decide despejarse y pasar unos días en el hotel Palace de Verbier, allí conocerá a Scarlet y juntos deciden investigar que pasó en la habitación 622, sin ellos saberlo se sumergirán en una investigación de un asesinato sin resolver desde hace años, una historia de amor, traición, envidia.. y mucho más. Pese a sus más de 600 páginas se leen súper rápido, tiene una trama que te atrapa y sumerge en la historia. El libro sucede en tres espacios temporales: • En 2018 cuando Joël y Scarlet investigan el asesinato. • En los días previos al asesinato del cual no sabemos fecha exacta. • 15 años antes del asesinato Todos y cada uno de los personajes están muy bien construidos, y todos tienen gran importancia en la trama. Además el libro rinde homenaje a Bernard de Fallois, editor del propio escritor fallecido en 2018. Donde nos cuenta como se conocieron y como llego a ser su editor. ¿Quién es el muerto? ¿Quién lo mató? ¿Por qué lo hizo? + Leer más |
El libro es un contínuo homenaje a su fallecido editor, Bernard de Fallois. Y durante las primeras 500 páginas, me ha decepcionado, de hecho, lo tuve en la mesita esperando largo tiempo. Pero en las últimas 100 diría que es sublime. Si fuera más adictivo al inicio le daría 5 estrellas.
|
He terminado la novela y no he podido resistir la tentación de releer determinados episodios. En realidad empecé de nuevo por el Prólogo pero comprendí que, si me dejaba llevar, podría llegar de nuevo hasta el final. Probablemente lo haga, pero en otro momento; es un gozo, sabiendo lo que sabemos al terminar, leer todos los sucesos que presentaban un enigma, o no, y descubrir la grandeza de la trama y la ironía de los diálogos que aunque se manifestaba en la primera lectura, en la segunda aparece como toda una declaración de intenciones. En principio, El enigma de la habitación 622 parece contener un argumento simple, el editor de Joël Dicker, Bernard de Fallois, fallece a los 91 años; la pena del escritor se agranda por una pelea que tiene con su novia Sloane, lo que provoca que él vaya a pasar unos días de descanso a un hotel de los Alpes suizos, el Palace de Verbier. Cuando lo hospedan en la habitación 623 se da cuenta de que no existe la 622. Scarlett Leonas, que conoce de oídas a Dicker, también está hospedada en esa planta y deciden investigar un asesinato que ocurrió tiempo atrás en la habitación fantasma. Nada es lo que parece. No hay simplicidad en el argumento que se va expandiendo como una tela de araña para acoger a cuatro, cinco tramas diferentes, o más. En el fondo El enigma de la habitación 622 es un homenaje al editor Bernard de Fallois, todo gira en torno a él, no solo el capítulo 20; la erudición de la que hacía gala este editor aparece en el personaje de Lev Levovitch, la pasión por los payasos se deja intuir en el personaje, casi infantil, Macaire Ebezner, la pasión por Proust se encuentra en el simbolismo que suponen personajes como Tarnogol y, por supuesto, en las digresiones de la novela, portadoras de la memoria involuntaria, que nos llevan al convencimiento del poder que el paso del tiempo ejerce sobre las personas; precisamente esta marcha inevitable consigue que entendamos a los demás desde una perspectiva diferente. Asimismo de Fallois era, según nos enteramos en la novela, un apasionado del cine «Le hablé de lo erudito que era. Le hablé de su pasión por los payasos. Le hablé de su pasión por el cine. Le hablé de su pasión por Proust». Y, por supuesto, El enigma de la habitación 622 aparece como una extraordinaria película del mago del suspense, Alfred Hitchcock. Así pues, este argumento simple del que hablábamos va creando uno de los mayores suspenses posibles a base de recursos narrativos que se reformulan en visuales, porque Joël Dicker tiene la capacidad de expresarse por medio de imágenes que se subordinan al impacto dramático, con lo que construye el suspense, de hecho, toda la novela es un espectáculo dirigido a un público entregado desde la primera página. Sagamore no entendía nada […] —Puede marcharse. —¿De verdad? —Dijo Macaire, extrañado, al tiempo que se ponía de pie. –He hablado por teléfono con la pareja de jubilados a la que asesinó salvajemente. Están muy bien de salud. Le mandan recuerdos, por cierto. […] Hasta que de pronto, se le iluminó la mente. Se quedó de una pieza. Acababa de entenderlo todo. La incertidumbre, de personajes y lectores, es constante. Recibimos la información poco a poco, pero de forma constante. La tensión viene de lugares insospechados, y de personajes más insospechados aún, que además aportan pistas falsas falsamente evidentes, de forma que siempre vamos a sospechar de quien no es culpable; no sabemos si está jugando o no con nosotros. Ningún personaje es lo que parece. Da igual que sea principal o secundario, protagonista o antagonista. A veces nos encontramos con alguno anecdótico que despierta las sospechas de otro personaje principal, creando en el lector una sensación de indefensión tal que termina sospechando de todos. La focalización cambia constantemente para que solo veamos a través de los ojos que le interesan al autor, dando como resultado que quedemos contagiados de las preocupaciones de un personaje determinado. A veces, cuando creemos que el problema está solucionado y la historia avanzará sin sorpresas, aparece un hecho fortuito (una intoxicación en masa, otro personaje inesperado, unas instrucciones desconocidas...) que arruina el hilo argumental y da la vuelta a la historia, tantas veces como quiera Dicker, con lo que impide que algunos personajes lleven a cabo sus objetivos, Odiaba cenar sola. Odiaba estar sola. Sacó el teléfono del bolso y estuvo un buen rato sin llamar a Lev. […] —…¿Cómo se encuentra? —Bien, Alfred —contestó Anastasia, turbada. Se subió al asiento de atrás sin pararse a pensarlo […] le preguntó —¿Cómo se las apaña Lev? Los momentos de tensión se acentúan, paradójicamente, con secuencias de contraste humorístico (que resultan hilarantes al releer la novela). El registro ligero utilizado puede introducir detalles irónicos que intensifican los momentos cruciales. El suspense de este mago de la literatura no consiste en que aparezca en el lector alguna pregunta de vez en cuando, sino en la cantidad de información que este recibe, tanta que es necesario, a veces, parar de leer para que las acciones tomen forma en nuestra mente, para ordenar épocas, lugares, personajes. Sabemos de antemano que hay un asesinato, que hay una intoxicación, que hay una pérdida de acciones, pero no conocemos el porqué. Los diferentes puntos de vista aportan intriga. Dicker no duda en subvertir el orden cronológico, en intercalar datos en un relato que percibiremos como incoherencias, capaces de contener la propia incoherencia del espíritu humano, la indisciplina mental de algunos personajes que por falta de decisión, como Anastasia, se ven abocados al sufrimiento, o el pensamiento turbio de otros que por ineptitud, como Macaire, se ven consagrados a la envidia. Una de las técnicas utilizadas, con un resultado sorprendente, es investigar el asesinato sustituyendo lo observado por lo oído, de manera que la ironía queda renovada con la parodia en más de una ocasión y la descripción de algunos personajes, como Tarnogol o Kazan, se ve reemplazada por el simbolismo. Otra técnica interesante es dejar pistas para que el lector avezado las asocie con satisfacción, hasta que al pasar la página se derrumban sus conclusiones. Las expresiones son a veces casi infantiles, esto ayuda a relajar al lector y consigue que luego permanezca en su mente la situación inesperada, los gestos de los personajes que se agolpan como si los viese en una película. Contrasta la localización espaciotemporal tan exacta en algunos momentos «A, principios de verano de 2018, cuando acudí al Palace de Verbier», ante la indefinición de otros sucesos. No sabemos el año del asesinato, sí el día, incluso la hora. Esta técnica acrecienta el suspense, como también lo hace el intercalar historias que podrían funcionar por separado: Empezamos con la historia de amor, actual, entre Joel y Sloane. Historia que termina el 22 de junio para dar paso a otra el 23. Una trama que Joel lleva a cabo con Scarlett, otra huésped del hotel Palace de Verbier. Entre los dos investigan un asesinato que ocurrió allí, mientras van detallando el proceso de la escritura. De la historia del asesinato se deriva la trama ocurrida en el Banco Ebezner, donde aparece el análisis crítico de una sociedad moderna. Las intrigas de banqueros y altos cargos, la falta de escrúpulos para conseguir cualquier deseo. De aquí deriva el matrimonio entre Anastasia y Macaire Ebezner, pero este realismo social se diluye en la novela romántica protagonizada por Lev Levovitch y Anastasia, capaces de crear una fantasía en la que vivir y donde quedan retratados sus sentimientos más profundos. El realismo psicológico se expone también en los personajes que interactúan con ellos. La ambición de Olga y la presión que ejerce sobre sus hijas para que asciendan en la sociedad a costa de lo que sea, contrasta con la presión que Sol ejerce sobre su hijo para que se mantenga en sus raíces. También por separado podría funcionar la vida de Levovitch, su infancia, su relación con su padre, sus acercamientos al Banco Ebezner hasta desembocar en el triángulo de intrigas, celos y amor que protagoniza junto a Macaire y Anastasia. En un giro inesperado estas historias toman cuerpo, a través de la metaliteratura, en una trama nueva en la que Joël Dicker, como hiciera Unamuno con su nivola, habla con sus personajes para quedar todos integrados en El enigma de la habitación 622. Magistral. Entre los recursos de estilo predomina el humor, desde la exposición de engaños casi infantiles hasta la mezcla de recuerdos con la realidad «lo vio encima de ella, besándola, susurrándole: ¿Un poquito más de zumo de naranja, señorita? Ay, no, vaya, eso lo decía Arma, que venía a molestar». Las situaciones pueden dar un vuelco tras un diálogo intrascendente, consiguiendo dejar más intrigado al lector. Otras veces la intriga viene del propio narrador que pregunta de forma retórica para contestar humorísticamente él mismo «Deseaba ver a la dueña de ese carmín y abrazarla muy fuerte. ¿Dónde estaba? Estaba en el armario empotrado, allí mismo…». Además del humor y referencias metaliterarias, encontramos asociaciones con otro tipo de literatura en las alusiones al cuento de la lechera «La policía iría volando a trincarlo […] Igual hasta le cargaban el asesinato […] Levovitch con una cadena perpetua y Anastasia, ahora sola, arrastrándose de vuelta», o a la tragedia de Otelho «el pañuelo bordado con el nombre de Sinior Tarnogol, que Macaire le robó aquella noche». Y si esto no es suficiente, a veces los personajes escenifican lo que dice el narrador, de manera que ambas voces interactúan aportando un tinte dramático a la novela hasta conseguir que el lector se sienta como ante una pantalla por la que van pasando estos personajes «Anastasia llegó al Palace […] Llamó a las puertas pero ninguna se abrió. Gritó desesperadamente “¡Lev! ¡Lev!” pero solo le respondió el silencio». El recuerdo de Bernard, su pasión por el cine, se trasluce incluso en el nombre de los personajes. El chófer de Levovitch es Alfred. Lev es el “Conde Romanov” que además está enamorado de Anastasia (hija superviviente de la matanza perpetrada contra la familia real rusa en 1918, llevado a la gran pantalla en varias ocasiones). El psicoanalista Kazan nos recuerda, irónicamente, al director de películas de calado social que reflejó la crisis de identidad en El compromiso. Y, por supuesto, como Hitchcock venía haciendo en sus películas para desviar la atención y quitar tensión al suspense, también Joël Dicker tiene algún cameo en la novela. De repente, interrumpo mi novela. Solo en mi habitación, en el sosiego de la noche, pienso en Ginebra […] Que acogió a los míos y nos dio una patria Y, por supuesto, como ocurría con Hitchcock, esto no hace sino que leamos con más interés porque queremos saber más hasta que, por fin, llegamos a la última página, respiramos y no podemos dejar de rendir un homenaje tremendo a este monstruo de la narrativa, a este nuevo Fénix de los ingenios. Y volvemos atrás, y releemos, y disfrutamos casi tanto como tuvo que hacerlo Dicker mientras escribía la novela. Creo que el homenaje a Fallois está presente en cada línea. Si el editor pudiera leerla estaría orgulloso no solo del autor sino de él mismo, porque creyó en Dicker desde el primer momento. Enlace: https://elblogaurisecular.bl.. + Leer más |
Creo que es el mejor libro de intriga que he leído, te engancha desde la hoja 1, y cuando crees que ya has resuelto la intriga te da un giro y otro y otro... impresionante como escribe este escritor, un 10 sin duda, os recomiendo el libro, la verdad es que es impresionante. El final no me lo esperaba para nada, vamos que piensas que ya está todo hecho y no.... XD |
Aunque es una novela muy larga se me ha pasado volando. La trama esta muy bien montada, y a pesar de ser compleja esta muy bien entrelazada toda la historia, con personajes bien construidos. Si bien, en sus primeras páginas me sorprendió, pues no era lo que esperaba encontrar, pero, a pesar de ella solo puedo decir que ¡leer a Joël Dicker siempre es un acierto!
|
Gregorio Samsa es un ...