El sol y la mentira de Iria G. Parente
Cuando alguien a quien quieres se marcha, cuando de pronto miras a tu lado y ya no lo tienes ahí, al alcance de la mano, algo en ti se rompe. Pero también hay algo en ti que se debate. Algo que se niega a dejarlo ir. Que se niega a aceptar la realidad. Así que te aferras, te prohíbes pensarlo, te quedas muy quieto y te dices que no te está pasando a ti. Decides que no estás preparado para el dolor y te escondes bajo el entumecimiento, porque es mucho mejor que sentirlo todo con demasiada fuerza. |