El desastre constituía el terreno común en el que se habían conocido, la Muerte misma los había presentado
|
El desastre constituía el terreno común en el que se habían conocido, la Muerte misma los había presentado
|
El amor...ella no lo había vivido, pero para eso estaba la imaginación, ¿no? El amor era una armadura tan resistente que nada podía atravesarla ni herir a quien la llevara puesta. Por eso eran tan egoístas los amantes, estaban juntos dentro de su armadura, totalmente a salvo, completamente intocables y francamente faltos de interés en lo que ocurriera al resto del mundo-. |
Le parecía un ser humano patético, empeñado en arruinar su propia felicidad cegado por el orgullo.
|
Era como un niño grande enojado, pensó la señorita Entwhistle, ahí sentado haciendo pucheros. Pero, por desgracia, era un niño con poder.
|
¿Había algo más revelador que los libros que leía la gente?
|
---¿ Hay algo en el mundo que abra un abismo tan grande entre el afecto y la comprensión de dos personas como el que abre un nuevo amor?
|
Pero, oh, no podía ser verdad, no podía ser que no la amara. Pero, si de verdad la amaba, ¿cómo había podido...? ¿Cómo había podido...?
|
—Después de todo, ¿hay algo mejor que un marido entregado? —No tener ninguno. |
- ¿Hay algo mejor que tener dos casas? - Tener una. (...) - ¿Hay algo mejor que tener un marido entregado? - No tener ninguno. |
Es un poema épico griego compuesto por 24 cantos, atribuido al poeta griego Homero. Narra la vuelta a casa, tras la guerra de Troya, del héroe griego Ulises