Witch

Encontré este libro por casualidad por las redes, y me llamó mucho la atención eso de la Conspiración Terrorista Internacional de las Mujeres del Infierno, una especie de guerrilla feminista, que se presentaban en diferentes eventos, juicios, la bolsa de Nueva York, etc para con su estética de brujas medievales liarla parda.
Muchas de las componentes ya venian de otros grupos de la izquierda radical, más bien huían, ya que estos no daban importancia en sus programas a la concienciación femenista.
El libro se presenta a modo de panfletos, discursos reivindicativos, conjuros, una amalgama de textos con un objetivo único, el despertar la conciencia feminista.
También veremos en sus páginas mucha crítica antiracista, y anticapitalista.
La verdad es que he aprendido un montón sobre los movimientos contraculturales de los 70, he visto que van más allá del flower power, que muchos eran grupos armados, no como aquí nuestras queridas congeneres que con la única arma de los conjuros y hechizos, o lo que es lo mismo, la palabra, pretendieron cambiar la mentalidad patriarcal de la época, gracias a ellas, gracias a otras muchas que lucharon antes, y despues, nosotras estamos aqui, luchando, cogiendo su relevo, aunque sea desde la perspectiva de una vida aparentemente tranquila y convencional.
A nuestra manera y en la medida de nuestras posibilidades sigamos luchando hermanas, nos vemos en el próximo aquelarre.

W.I.T.C.H. es un viaje al Nueva York de 1968, cuando diversos grupos de mujeres comenzaron a organizarse para reivindicar un feminismo real; no como la caricia en la espalda tras la que se escudaban los grupos más alternativos y antisistema. de esta forma, " las mujeres rompieron con el paternalismo de los hombres militantes y se convirtieron en su mala conciencia". Pero no sólo fue un tirón de orejas a sus compañeros, " Ese nuevo empuje, que emerge como una ruptura en contra de no sólo las feministas políticas que trabajaban junto a los hombres sino también frente a aquellas que estimaban que el problema era meramente económico o de clase, situó la disputa en otros términos (...) Para estos colectivos, la liberación de la mujer debía pasar por la destrucción radical del patriarcado como una supraestructura también cultural". Este fragmento del prólogo de Susan Wildburg resume a la perfección la mecha de W.I.T.C.H. (Women's International Terrorist Conspiracy from Hell), a partir del cual podemos conocer parte de su activismo, acción armada y hechos revolucionarios.

Este pequeño ensayo es una herramienta maravillosamente didáctica para conocer el papel de estas mujeres, así como los diferentes grupos de la escena social de esos años en Estados Unidos y cómo se relacionaban, como las Panteras Blancas, los Weathermen, los Yippies o los Up Against the Wall Motherfuckers. Las imágenes históricas que lo acompañan son un documento esencial que forma parte de la historia del feminismo.

En pequeños capítulos recoge manifiestos con una autocrítica muy presente así como ideas que, aunque hoy en día es posible que seamos conscientes, en esos años invitaban a la reflexión, y nunca está de más volver siempre a repensarse. Como se recoge en uno de los panfletos de W.I.T.C.H. "¿Cómo se convierte una chica en una mujer? Cuando aprende a levantarse y a luchar por sí misma y por otras mujeres, porque han aprendido que sus problemas no son únicamente suyos".

El colectivo feminista radical WITCH (Women's International Terrorist Conspiracy from Hell), traducido como Conspiración Terrorista Internacional de las Mujeres del infierno, nació a finales de los 60 en Estados Unidos.
Mujeres hartas de compartir espacios de lucha con hombres condescendientes, ajenos a la lucha de las mujeres, la cual omitían o colocaban en un segundo lugar.
Con una base libertaria, reacias a estructuras jerárquicas, se organizaron de manera horizontal y asamblearia.
Las WITCH hacían hechizos contra sus enemigos, porque no solo era un nuevo concepto de mujeres sino también era una estrategia de subversión: la brujería.
El último manifiesto que aparece en el libro, escrito por Robin Morgan, una de sus activistas, no tiene desperdicio alguno. Para leer, releer, subrayar, repetir, y no olvidar jamás.
“Las mujeres fueron la primera propiedad, (…), cuando una mitad de la especie humana decidió subyugar a la otra mitad, porque era diferente, extraña, lo Otro.”
“Adios para siempre a la noción de que un hombre es mi hermano, quien compra una prostituta para la noche, (…), recita los nombres de las mujeres del movimiento que se ha follado. (…) No elijo como hermano a mi enemigo”
“Y vamos a poner fin a una mentira para siempre: la mentira de que los hombres también están oprimidos por el sexismo.”

📚 @editorial_la_felguera