AVISO: Esta reseña contiene spoilers del primer volumen de Los asesinatos de la mansión decagonal, un manga en el que nos trasladamos a una isla junto a los miembros del club de misterio. Pero sus investigaciones sobre un asesinato de hace años terminan de manera desafortunada y, sin medios para marchar de la isla, deben tratar de descubrir lo que ha ocurrido… Tras la muerte de dos de los miembros del Club de Misterio, la tensión se palpa en Tsunojima. Fuera de la isla, no obstante, Kawaminami y Shimada siguen con su investigación y sospechan que el verdadero padre de Chiori no era Seiji Nakamura, sino su hermano Kôjirô. Tras visitarlo, Shimada arranca a Kôjirô la confesión de que todo se trató de un asesinato-suicidio llevado a cabo por el mismo Seiji tras la muerte de Chiori. Aunque en este tomo se nos desvelan nuevos datos y la acción se acelera al final, en general me ha parecido el tomo más flojo de todos. La parte de la isla avanza de forma muy lenta y eso entorpece un poco la lectura, aunque comprenda que pueda ser para mantener la intriga en la historia. Mientras, la parte de fuera de la isla es muy breve y, aunque lo agradezco porque llegó a ser demasiado en alguno de los otros tomos, sí creo que habría ayudado a no sobrecargar de tensión el resto, ya que todavía nos quedan cosas por descubrir en el exterior. El dibujo sigue siendo sublime y cómo poco a poco se va desgranando el misterio me gusta muchísimo. Sin embargo, no puedo quitarme de encima la sensación de que casi no ha pasado nada en este volumen y, siendo el penúltimo tomo, esperaba un poco más para no sobrecargar el último. Sólo queda esperar para leer toda la acción que estoy segura que nos aguarda en el último tomo de esta interesante serie. Irbis. + Leer más |