La Leyenda de...

En Abalonst reina el Gran Rey ante unos ciudadanos libres. Un día, para conmemorar las fiestas principales, el Gran Rey convoca un concurso entre los más ancianos para elegir la historia oficial de Abalonst. A ella se presenta también Yase, un anciano tomado por loco y gran amigo del príncipe Corín. El pueblo lo abuchea y deciden no escucharlo, pero el anciano esconde muchos secretos y conoce la historia verdadera. Por ello, decide reunirse con el rey y el príncipe en privado para relatar estas historias y leyendas de Abalonst. Entre ellas la forja de la espada de Orec con poderes. Todo esto al mismo tiempo que una guerra se avecina y el augurio de la muerte de un miembro de la familia real se declara.

Esta novela, muy extensa, contiene muchos temas. El principal es de las aventuras épicas, pero también el romance, traiciones, magia, poder y muchas criaturas fantásticas, como elfos y enanos. Es una novela en la cual se fusiona la realidad y el mito, personajes que hicieron grandes hazañas épicas que se convirtieron en leyenda. Todos estos elementos viven en la Creación, el universo creado por el autor, el cual tiene multitud de detalles. Un mundo donde los dioses y la magia tendrán un papel fundamental. Lo que sí me ha faltado es un mapa del mundo y, quizás, un glosario final.

Podríamos decir que los personajes que más destacan con el príncipe Corín, el rey Thelmes y el viejo Yase. Poco después el lector se dará cuenta de que hay muchos más personajes a los que irá conociendo a medida que vayan leyendo. Todos ellos tienen una personalidades marcadas y muy distintas, por lo que son fácilmente diferenciables unos de otros. Me ha llamado mucho la atención Yase, mientras que Corín, pese a ser ya un adolescente, me ha resultado demasiado infantil.

La novela es una sucesión de historias que en apariencia no tienen ninguna relación, pero nos daremos cuenta de que sí y que todo está muy bien hilado. Esta forma de narrar me ha resultado curiosa, un conglomerado de historias acaecidas a lo largo de los siglos. La pluma del autor está bien cuidada y, aunque al principio cuesta meterse, una vez que el lector entra en Abalonst queda atrapado. Algo negativo que podría destacar en la escritura es la repetición. Wolf peca en muchas partes de dar información repetida de forma seguida que fácilmente se puede eliminar porque aún queda fresco en el lector.
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