Encarno a todos los proscritos y a todos los que sufren. Me veo encarcelado, bajo la forma de otro hombre, y siento su dolor sordo, ininterrumpido. |
Encarno a todos los proscritos y a todos los que sufren. Me veo encarcelado, bajo la forma de otro hombre, y siento su dolor sordo, ininterrumpido. |
¡Basta! ¡Basta! ¡Basta! Algo me ha aturdido. ¡Atrás! Dadme un poco de tiempo para recuperarme del golpe, del sueño, de los sueños, del bostezar. Me descubro al borde de un error común. ¡Si pudiera olvidar las burlas y los insultos! ¡Si pudiera olvidar las lágrimas, los golpes y martillazos! ¡Si pudiera mirar, como si fuera otro, mi propia crucifixión, mi coronación de sangre! |
Ni yo ni nadie podemos hacer ese camino por ti: has de hacerlo tú mismo. No queda lejos: está a tu alcance. Quizá lo estés recorriendo ya, desde que naciste, y no lo sepas. Quizá esté por todas partes, y atraviese la tierra y el mar. |
Llevas mucho tiempo teniendo sueños despreciables. Te quito ahora las legañas de los ojos: tienes que acostumbrarte al resplandor de la luz y de cada momento de tu vida. |
Por más lejos que mires, siempre habrá un espacio sin límites más allá. Por más que cuentes, siempre habrá un tiempo sin límites, antes y después. |
Soy el poeta del cuerpo, y soy el poeta del alma. Los placeres del cielo están conmigo y las penas del infierno están conmigo. los primeros los planto y multiplico en mí... los segundos los traduzco a un nuevo idioma. |
[...] y, no obstante, constituye el latido incesante de todos los corazones y de todas las vidas del mundo, y que tú y yo perseguimos siempre, sin alcanzar nunca, manifiesto, pero aún secreto, lo real de lo real, una ilusión, gratuito, que se concede a todos, pero que no pertenece a nadie. |
Si usted quiere saber donde está su corazón,mire dónde va su mente cuando se pasea!!.
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Y hago sonar el gong de la rebelion,me uno a los fugitivos y a aquellos que traman y cospiran.
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¡Cuántos viajeros han dejado su hogar, para no regresar nunca! ¡Cuánto genio arriesgado y perdido en su busca! ¡Qué incalculables reservas de belleza y amor se han aventurado en su busca! ¡A él son atribuibles las más soberbias hazañas desde el principio de los tiempos, y lo serán hasta el final! ¡A él, todos los martirio heroicos! ¡Él ha justificado los horrores, las perversiones, las batallas de la tierra! |
Marinero en tierra