Una educación

Una educación nos narra la historia de una joven dentro de una familia mormona extremista, si bien la autora nos relata su vida, en muchas partes nos menciona que puede que algunos eventos no sean 100% correctos o que no los recuerda bien, pues muchas de sus memorias están algo borrosas, pero las respalda con los testimonios de los hermanos con los que aun tendrá contacto.
Un evento cerca de donde ellos habitaban hacen que la paranoia de su padre crezca demasiado para aislarse en una montaña y alejar a sus hijos de la sociedad como tal, prohibiéndoles ir a la escuela o estudiar, incluso nos cuentan que varios de ellos no contaban con un acta de nacimiento, ya que su padre sentía que el gobierno estaba detrás de ellos.
Tanto Tara como sus hermanos son obligados a trabajar junto con su padre, unos logran salir de casas y hacer sus vidas lejos y otros no.
Tara tendrá que luchar para poder acceder a la educación que se le ha prohibido y demostrara que es muy inteligente, pero siempre bajo la sombra de la ignorancia y la violencia en su círculo familiar.
Si bien el libro te hace tener muchas emociones encontradas te mantiene entretenido, aunque hay muchos capítulos que no siento que ayuden a la historia, además de que en partes Tara me caía mal, y que había cosas que parecían muy inverosímiles, pero soy consciente de que cosas peores ya han pasado, este libro abre la pauta para investigar más sobre estos casos que no fueron aislados y en un punto de la vida cobraron fuerza.

A ver, a ver. ¿Me estás diciendo que yo todavía no había subido reseña de este libro?
Pues dejadme deciros que lo leí hace aproximadamente un mes y se ha convertido en mi libro favorito del año y en uno de mis libros favoritos de la vida entera.
Llegó un punto en los últimos capítulos en que yo LITERALMENTE no podía soltar el libro, iba caminando por la calle y leyendo, haciendo la comida y leyendo.
Es que no puedo definir lo que me marcó este libro.
Simplemente LEEDLO.
Y gracias Tara, yo solo quiero que todo te vaya bien en la vida.

Poco puedo decir de este libro que no se haya dicho ya. Publicado por Lumen en 2018, se convirtió rápidamente en un éxito de ventas, lo cual no es de extrañar si tenemos en cuenta la singular historia que narra y que no es otra que la de la propia autora.

Tara Westover nació en 1986 en las montañas de Idaho en el seno de una familia mormona fundamentalista. Tara no tenía certificado de nacimiento, no iba al colegio, tampoco al médico (su madre la "curaba" a base de hierbas) y además tenía que trabajar, al igual que sus hermanos, en el desguace familiar en unas condiciones de extrema peligrosidad que en más de una ocasión pusieron su vida en riesgo.

El libro es una suerte de memorias, una especie de biografía novelada, en la que Tara narra el difícil camino que tuvo que atravesar hasta conseguir lo que buscaba, que no era otra cosa que estudiar y formarse como persona.

Al fanatismo del padre, un hombre obsesionado con la religión, el fin del mundo, los Illuminati y las conspiraciones gubernamentales, hay que sumar el maltrato continuo al que la sometía uno de sus hermanos (mientras sus padres miraban para otro lado) y que fue el verdadero detonante de la total y definitiva ruptura de Tara con su familia.

Para ser honesta, creo que al libro le sobran páginas y algunas escenas se me han hecho repetitivas. No obstante y hecha esta salvedad, estamos ante una historia valiente de superación y lucha que no dudo en recomendar por intensa e inspiradora.

Esta es la historia real de la autora desde su más tierna infancia hasta la edad adulta. Es una historia donde queda patente el daño que hace todo fanatismo, en este caso religioso, hasta el punto de dividir a una familia y repudiar a los miembros que no sigan los designios del Señor… En fin.

Este relato me ha hecho sufrir mucho. Tara sufrió de pequeña el fanatismo de su padre, un mormón obsesionado con el fin del mundo que alejó a su familia entera de la educación, de los servicios médicos y de cualquier organismo público. Según él, eran infieles. Tara tenía inquietudes desde pequeña pero su cerebro estaba lavado por las creencias de su familia. Sí, lavado, porque cualquier religión es una secta, en mayor o menor medida. Se me ha hecho muy duro leer el maltrato y la manipulación a la que estuvo sometida solo por ser mujer y por tener inquietudes.

Cuando avanza la historia y Tara crece, nos cuenta cómo accede finalmente al conocimiento que tanto ansía y, en contraposición, las manipulaciones de su familia para que deje la universidad y vuelva a las montañas con ellos.
Es una historia muy dura y desgarradora pero que merece la pena leer.

Después de terminar el libro y dejar reposar el relato en mi mente he llegado a la conclusión de que quizá se convierta en uno de los mejores libros que voy a leer en mi vida, y esto es porque me ha hecho reflexionar y ratificarme en mi opinión sobre las religiones, cualquiera, y en la importancia que tiene recibir una buena educación en el seno familiar.

Creo que es un libro imprescindible, así que desde aquí os lo recomiendo encarecidamente.

Todos tenemos, según recoge el art. 26 de la Declaración Universal de Derechos Humanos, derecho a la educación . Todos menos Tara, la protagonista de Una Educación. Y no es que viva en un país subdesarrollado o en otra época. Ha nacido y vive en Estados Unidos a finales del siglo XX. Tampoco que pertenezca a un entorno con grandes dificultades económicas, sus padres trabajan el en un desguace y ella como partera. Su principal escollo no es otro que el fanatismo religioso.

Los padres de Tara pertenecen a una congregación mormona ultra religiosa con estrictas normas de comportamiento y para ellos la enseñanza normalizada que se imparte en las escuelas públicas constituye una amenaza para su modo de vida y pone en peligro su autoridad y el status quo de toda la familia, por lo que han decidido ser ellos mismos quienes enseñen a sus hijos a leer y a escribir. Pero a Tara, una niña inteligente e inquieta, esto le sabe a poco y decide que quiere ir a la Universidad, lo que la convierte en un elemento subversivo e incómodo para su propia familia y la lleva a sufrir infinidad de conflictos de carácter familiar y personal.

Una lectura autobiográfica tan interesante como dura y con un gran valor testimonial, que nos muestra la intolerancia, creencias y prejuicios del extremismo religioso a la vez q nos destapa la realidad que viven las familias que a él pertenecen, muchas veces regidas por valores anuladores basados en el machismo, la austeridad y la opresión, cuando no en la violencia.

Yo me quedo no obstante con el mensaje positivo que se puede leer entre líneas, porque este es también un relato sobre una mujer luchadora y hecha a sí misma, la prueba palpable de que pese a las dificultades si uno quiere y se empeña se puede salir adelante, vivir en libertad e incluso alcanzar el éxito y reconocimiento social. Muy recomendable.

El fanatismo religioso es una de las cosas que más me desagrada por lo que leer este libro llena de todas esas ideas absurdas que tenía el padre de la autora así como algunos miembros de su religión, me hizo sentir incómoda, molesta, hasta llegar a desesperarme en algunos capítulos, el adoctrinamiento al cual fue sometida era tan fuerte y desde temorana edad que entiendo porque no logró por muchísimo tiempo salir de ese círculo vicioso. Un testimonio a la vez impresionante y a la vez que me causa un poco de dudas si hay lagunas o recuerdos distorsionados de algunos hechos, ya que algunas cosas me parecen un poco exageradas o poco creíbles, desde mi percepción tantos accidentes casi mortales y que nadie muriera, me parece algo extraordinario que a pesar de no tener ninguna educación previa ni en casa de forma regular ella pudiera acceder a una buena universidad, no se tal vez si que tuvo algúnlgun tipo de educación previa y de alguna manera sus recuerdos lo omitieron, pero bueno sin que es una lectura muy interesante.

Una historia desgarradora sobre fanatismo religioso, abusos en la infancia y lavados de cerebro, a la que le viene al pelo eso de que "la realidad siempre supera a la ficción". Pero también se trata de un relato de lo mas inspirador, un canto a la educación y al desarrollo del pensamiento crítico y las ideas propias.

La primera vez que vi este libro me llamó mucho la atención, me gusta todo lo que tiene que ver con educación y la portada me encantó. Después vino el boom, veía el libro por todas partes y todo el mundo hablaba maravillas de él, así que mis expectativas seguían subiendo. Mis ansias por leerlo no eran ni medio normales y cuando por fin lo hice pues... no me pareció para tanto.

La historia empezó muy bien y, aunque ya sabía de qué iba, me sorprendió bastante, pero sobretodo a partir de la mitad fue perdiendo un poco de ritmo y hasta me aburrió un poco. A ver, no quiero que se me malinterprete. En general me gustó, me parece muy valiente que Tara haya escrito sobre su vida y la de su familia de una forma tan honesta, creo que era importante enseñar que esos radicalismos aún existen hoy, y no sólo en países pobres, y cómo pueden llegar a afectar a una persona de manera tan brutal. Es una historia dura, con mucho dolor, decisiones difíciles y resiliencia. Pero no me pareció tan espectacular como para el bombo que tuvo. Eso sí, me habría gustado leerlo en conjunto con alguien más porque hay mucho para reflexionar y debatir.

Tara crece en Idaho, en un ambiente familiar dominado por su padre, mormón fundamentalista y enfermo mental. No va al colegio, no va al médico y, cómo descubrirá más adelante no tiene documentos.
Tanto sus hermanos, que en mayor parte adoptan y copian las ideas del padre, como ella misma, trabajan en el depósito de chatarra sin ningún tipo de protección no organización, lo que da lugar a más de un accidente.
A los 17 años, Tara pisa un aula por primera vez y de manera un tanto increíble consigue acceder a la universidad, consigue llevar a cabo esos estudios e incluso consigue cruzar el charco y estudiar en Cambridge.

La protagonista nos cuenta su vida y sus recuerdos, a veces distorsionados cuando ya de adulta los comenta con sus hermanos, pero consigue perturbar al lector de tal manera que uno solo puede preguntarse si todo aquello era real. El aislamiento, la ignorancia, los abusos y cómo el dominio psicológico del padre hace que Tara dé un paso atrás cada vez que intenta romper con todo eso.
Más allá de la autobiografía y del oscuro retrato familiar, me ha impresionado mucho el ansia de conocimiento y superación de Tara y todas las consecuencias que provocó en sus lazos familiares. Su lucha por la libertad y vivir una vida común le ha dado mucho pero también le ha hecho dejar cosas por el camino.




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Un libro impactante
Un libro que nos va a contar una realidad que probablemente no conozcáis
Un libro que me dejó con la boca abierta

Ha sido increíble con la facilidad que me sumergí entre las páginas de este libro. al principio me daba un poco de respecto, porque había leído opiniones en las que la gente decía que costaba meterse en la historia. Pero en mi caso, estuve enganchada desde la primera línea del primer capítulo

En este libro autobiográfico la autora nos va a contar cómo creció en el seno de una familia mormona fundamentalista, y como pasó por las diferentes etapas de la vida viviendo, pensando y creciendo alrededor de creencias que en ocasiones aceptará y en otras ocasiones cuestionará. Vamos a ver como crece y como evoluciona, y nos va a contar su vida hasta el presente.

Para mi ha sido muy impactante leer una realidad tan diferente a la que yo vivi. En mi cabeza, no cabía que este tipo de historias pudieran ser realidad.

Por resumir en una única frase, os puedo decir que "ha sido una de mis mejores lecturas del año"