La lista de la señorita Newbury

Rosalind como todas las jóvenes desea ir a fiestas, conocer a jóvenes y pasarselo bien. Pero antes de que debute en sociedad, su familia recibe una proposición de un duque y esa es una oportunidad para escalar socialmente que su familia no puede rechazar así que Ros siendo un buena hija acepta el compromiso. Sin embargo, Rosalind antes de perder la libertad que tiene recuerda una lista que elaboró hace años con las 10 cosas que querría hacer antes de casarse y cuya idea copió a una de sus tías. Por ello decide que es el momento para llevar a cabo sus deseos de infancia pero necesita para llevarlos a cabo a su mejor amiga Liza que tras un tiempo en Londres ha vuelto a casa, pero no lo ha hecho sola, junto a ella está su primo Charlie un joven de aspecto peligroso y de dudosa reputación por el que Ros se siente intrigada desde el minuto uno.

La verdad es que este año ya son varios libros de romance de época que leo pero este sin duda se ha convertido en uno de mis favoritos. La trama en sí me pareció entretenida, desde el minuto uno la pluma ágil y fluida de la autora hace que te metas de lleno en la historia y que no puedas soltar el libro. La historia en sí a pesar de no ser muy original (lo de la lista me parece haberlo leído en alguna otra historia) la autora sabe manejar la trama y sobre todo los personajes de una manera estupenda para intrigarte cada vez más. El punto fuerte de la historia creo que son los personajes, creo que están muy bien construidos, desde los personajes principales a los secundarios todos tienen una personalidad muy definida y además todos tienen su papel e importancia en la historia. Por destacar mencionaría a los dos principales Ros y Charlie. Ros es una chica alegre, ingenua y soñadora que aunque anhela libertad está dispuesta a todo para hacer feliz a su familia por ello acepta un matrimonio que espera que se transforme en un amor como el de su tía por ello persigue con tanto ahínco cumplir la lista de deseos que redactó cuando era una niña. Charlie en cambio, es un joven al que le encanta el boxeo que ha sido repudiado por su familia y aunque a primera vista parece un joven peligroso es en realidad todo un caballero con algunas cicatrices que le han hecho ser del modo en el que es. La verdad es que me pareció una pareja que se completaban a las mil maravillas, sus interacciones me encantaron igual que la manera pausada y dulce en el que se desarrolla el romance. Otra cosa que destacaría del libro son las descripciones que hace la autora y que te transportan a la Inglaterra de la época de la regencia. También me gustó ver el apoyo de la familia de Ros al final creo que tenían una relación muy bonita y tomar esa decisión por el bien de su hija y hermana aunque fuera dura solo estaban pensando en la felicidad de Ros. En definitiva un libro genial que creo que a todos lo amantes del género les encantaría.

Adoro un buen romance histórico, cuando doy con uno es un gusto leerlo despacito, disfrutándolo y justo eso me he encontrado con este libro. Una historia preciosa con una trama original y con una pareja que te va enganchando a la vez que ellos se van enamorando. Una delicia.

La historia tiene unos toques de humor divinos, los protagonistas son adorablemente imperfectos y eso los hace súper especiales, hay secundarios que se merecen, sin duda, su propia historia y hay algún que otro giro y revelaciones inesperadas que hacen que no puedas soltarlo.

La narrativa de la autora es una maravilla. Ha creado una historia preciosa, sin necesidad de crear conflictos absurdos ni metiendo descripciones innecesarias. Va directa al grano, con una narración ligera y adictiva y muy dulce. Me ha encantado. Lo recomiendo 100%.

De esta autora tengo pendiente también Lakeshire Park desde hace un montón y que, visto lo mucho que he disfrutado de este, no tardará en caer.

Bonita, amigable y divertida, con un trasfondo que alienta a no dejar morir los sueños aunque parezca demasiado tarde para ellos.

Esta segunda novela de Megan Walker ha sido un placer. La premisa es toda una tentación. La encantadora y perfecta Rosalind va a casarse con un duque. ¡El summum de las aspiraciones de toda dama en la época de la Regencia! Aunque en su fuero interno, la muchacha siente un hormigueo de revolución. No ha vivido apenas. le ha faltado debutar en sociedad, no ha sido cortejada ni ha bailado hasta caer rendida. Ni siquiera ha flirteado, por no hablar de esa lejana lista que una vez elaboró con diez cosas imprescindibles que tenía que hacer antes de casarse.

A la protagonista de esta novela le toca una aventura que ella misma se busca sin saber que va a trastocar los cimientos de varias familias y de su propio corazón. Con un estilo jovial y rápido, la autora somete a su damisela a un torbellino de locas travesuras en las que va a enlistar a un par de cómplices inesperados: su amiga del alma y ese primo descabellado de mala reputación.

Por supuesto, esto es una novela optimista y recatada por lo que el chico malote es en realidad un caballero sufrido, la amiga es una damisela inocente que se escandaliza por todo y la heroína persigue deseos que van desde catar dulces a ambicionar experiencias ambiguas. El proceso de cumplir los diez puntos de la lista resulta entretenidísimo. Con la ayuda de Charles Winston, la chica se mete en líos que abren las compuertas de su atrevimiento, de su ansia de libertad y de su autoconocimiento.

Mientras los tres amigos se lanzan a estas misiones locuelas de las maneras más esperpénticas, Rosalind y Charlie profundizan su relación. Empiezan a conectar, a sentir que se comprenden mutuamente y a ayudarse de verdad. Entre tanto, los riesgos a su reputación aumentan y el mazo del deber se cierne sobre ellos.

Me he divertido mucho con sus aventuras desenfadadas y los diálogos ligeros y amenos. Creo que la historia crece también, es decir, dramatiza lo suficiente para calar más hondo en cuanto a sacrificio, trascendencia y romanticismo, cuando las consecuencias de los actos de ambos protagonistas les dan de lleno y se ven al borde de una tragedia.

Esa parte final es muy emocionante porque los personajes se enfrentan a sus errores, asumen la responsabilidad, pero también se arropan en sus familias. ¡Por fin confiesan sus sentimientos! (Ese momento clásico que todas esperamos con ansia). Es todo precioso desde el drama hasta el valor que requiere afrontar los hechos y luego el culmen de su amor.

Podría considerarse una comedia de enredos con fuertes raíces familiares, una exaltada y humorística búsqueda de la identidad y una honesta lucha por los sueños auténticos. Una lectura deliciosa.
Enlace: https://torretadebabel.blogs..

Segundo libro que leo de Megan Walker , si con Lakeshire Park quedé enamorada de la pluma de Megan ahora dos años después vuelvo a deleitarme con La lista de la señorita Newbury, un romance dulce de regencia que apenas me ha durado unas horas.
Rosalind (Ros) Newbury ama a su familia, por lo que cuando surge la oportunidad de casarse con un duque (un hombre que apenas conoce y es diez años mayor que ella), lo acepta con resignación, aunque solo sea para agregar al legado de su familia. Sin embargo, antes de que Ros se case, encuentra una lista de deseos que hizo en su infancia donde tenía anotados sus sueños. Antes de casarse Ros decide cumplir cada uno de los puntos de esa lista ya que cree que así podrá llegar feliz el día de su boda. ¿cómo lo hará? Ros tiene anotado deseos fáciles pero otros necesita de ayuda para poderlos cumplir así que decide reclutar a Liza, su mejor amiga, y Charlie el primo de esta para que le ayuden en su misión antes de casarse.
Charlie es un joven jugador de Boxeo que parece que se esté metiendo siempre en problemas, así que su familia decide enviarlo a casa de los padres de Liza una temporada a ver si sienta la cabeza. Pero Charlie no sabe que la lista de la señorita Newbury hará que su vida cambie .
He disfrutado mucho de esas pequeñas aventuras que se iban sucediendo para ir tachando esos deseos de la lista de Ros, desde algunos más peligrosos hasta otros muy graciosos que hacen una buena mezcla de momentos emotivos, divertidos y románticos de una manera muy equilibrada.
La lista de la señorita Newbury tiene bajo mi punto de vista el tema central de la familia y la amistad . Megan refleja muy bien la comprensión de que la verdadera familia siempre te respaldará en tus decisiones. La familia de Ros es excelente en su amor y apoyo hacia ella, pero también me encanta lo mucho que Liza y Ros son como hermanas que demuestran que la familia es más que biología .
En conclusión, una maravilla de romance limpio, divertido y emotivo a partes iguales. No me queda más que recomendar este libro a los amantes de las novelas de regencia. Hago mención especial a la preciosa portada y edición que han hecho desde la editorial es una maravilla para todos los sentidos.

Lo leí por una recomendación, porque hubo otro parecido que me gustó mucho (Edenbrooke), pero este me ha parecido muy flojito, soso y lleno de situaciones muy trilladas en romances ambientados en la época.

La idea de la trama sí me ha gustado, pero la ejecución básicamente te destripa el libro, porque desde el principio ya sabes cómo va a terminar la historia (y no me refiero al romance de la protagonista, aunque también), lo que le resta intriga (que queda en nada). Básicamente se queda en una historia mona y bucólica.

Es una lectura muy ligera y sin pretensiones, quizá demasiado, y eso es lo que a mí me ha hecho disfrutar menos el libro.

En fin, para leer cuando estás saturada no está mal, pero eso, un poco sin sal y muy predecible, aunque cuco.

Una novela preciosa donde el amor le ganará la partida al deber.

La lista de la señorita Newbury de Megan Walker es una obra inolvidable, llena de compañerismo, amistad y sentimientos que en principio parecen imposibles pero que poco a poco tomarán el mando de dos corazones inconformistas, llenos de valentía y pasión por la vida que desean mucho más que aquello que el destino les tiene reservado.

Rosalind ha sido educada para asegurar el porvenir de su familia y para ello no dudará en aceptar la oferta de matrimonio que le ha hecho el duque de Marlow, no obstante, comenzará a dudar cuando una lista de sueños que hizo hace tiempo llegue a sus manos. Charles no ha tenido más remedio que refugiarse en Ivy Manor y su única distracción es la práctica del boxeo, por lo que, cuando Ros acuda desesperada a su prima Liza para que la ayude, sentirá curiosidad por esa joven que está empeñada en vivir una última aventura. Así, ella se impondrá la tarea de realizar esos sueños que un día escribió y él se convertirá en su amigo más fiel y su compañero de locuras. Dos almas afines que compartirán mucho más que travesuras pues un amor puro y sincero nacerá para cambiarlo todo.

Megan Walker vuelve para deleitarnos con una novela deliciosa, llena de romanticismo, pero también con un trasfondo de amistad y compañerismo. Así, con una prosa delicada y elegante, la autora nos ofrece una narración con un ritmo ágil, ligero y tremendamente adictivo y cuya ambientación resulta perfecta para el nacimiento de ese amor pausado y tierno que compartirán Rosalind y Charlie. Ellos han sido unos protagonistas fascinantes y, aunque es Ros la que quiere completar su lista para seguir avanzando, serán ambos los que se impliquen al cien por cien en esta tarea, permitiéndoles cambiar en el proceso, conocerse a sí mismos y mirar de frente a un futuro que les daba miedo. En definitiva, una novela maravillosa que me ha permitido disfrutar nuevamente de la pluma de una autora que sabe dar a sus protagonistas ese final de cuento que tanto merecen.

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Es una novela que me ha gustado mucho porque es original para ser una novela de época. Desde el comienzo me he reído mucho con todos los deseos que quiere cumplir y todo lo que le va ocurriendo a la pobre y menos mal que tiene a su amiga y a Charlie para ayudarla. Esa importancia a la amistad tan sana y bonita que se ve en este libro y también a la familia, que se ve sobre todo al final de la historia, donde quieres dar saltos de alegría.

Es un romance tierno, a fuego lento, de esos que cada momento, cada mirada y cada instante hace que se enamoren y tú te enamoras con ellos. Ambos intentan ayudarse, que persigan sus sueños y sean felices, y con ese objetivo, se acaban enamorando uno del otro. Me gusta la novela porque es bonita, es dulce, es slow burn y esta autora hace novelas con romances originales de época que te hacen reír y suspirar.

"Hacer que un día cambie en la vida de alguien no es lo mismo que cambiarte la vida"

Un romance de época ambientado en Inglaterra en 1820, nuestra protagonista Rosalind va a contraer matrimonio en tan sólo tres semanas con el duque Marlow, un hombre 10 años mayor y a quién apenas conoce pero el enlace traería fantásticas conexiones para su familia.

Rosalind se siente incompleta, como si no hubiera vivido lo suficiente como para llevar a cabo un cambio tan drástico de vida y es ahí cuando decide cumplir una lista de deseos antes de la boda buscando nuevas experiencias.

Ésa lista de deseos la llevará a cuestionarse lo que realmente desea en la vida y si es más importante sacrificarse por el deber o amar libremente.
Junto a su mejor amiga Liza y el primo de ésta Charlie un caballero que practica boxeo la ayudarán con la tarea.

Rosalind se irá autodescubriendo dándose cuenta que es más fuerte y valiente de lo que creía, su visión sobre el matrimonio y sus prioridades irán cambiando gracias a Charlie que le mostrará un mundo nuevo junto a nuevas aventuras, mariposillas en el estómago y sobretodo lo que es tener amor propio.

En rasgos generales es una historia sencilla sin grandes pretensiones con un romance muy slowburn y momentos divertidos. Eso sí me hubiese gustado que el conflicto tuviese mayor tensión en la resolución pero lo bonito reside en la evolución de Ros, ése paso de madurez a la edad adulta en busca de su propia felicidad.

Descubrí a esta autora con «Lakeshire Park», una historia que me gustó y de la que guardo un grato recuerdo, así que cuando vi que entre las novedades de Libros de Seda estaba otro libro de ella, no dudé en ir de cabeza a por él. Tanto este como el anterior son libros independientes y clean romance.

Rosalind está comprometida con un duque, el mejor partido de toda la temporada, gracias a él no solo gozará de buena posición social sino que toda su familia se codeará con la flor y nata de la sociedad. Todos dan por hecho la felicidad de la joven, excepto su hermano que está preocupada por ella.

Nuestra protagonista, está bastante desbordada por una boda no deseada que no puede cancelar por el bien de su familia, así que en las últimas semanas decide darse tiempo para ella misma. Decide buscar una lista de deseos que escribió hace años para poder cumplirla, lo que no pensaba era que iba a ser tan larga y complicada. Así que para ello, decide contar con la ayuda de su mejor amiga Liza.

Liza no podrá unirse a la aventura de Rosalind a menos que pueda ayudar a su primo Charlie a encontrar su camino. El hombre está un tanto perdido y fue repudiado por su familia, solo encuentra paz en el boxeo y no piensa hacer nombre al título que le adjudicaron por rebote.

Entre pitos y flautas... tanto Liza como Charlie acabarán ayudando a Rosalind con su disparatada lista. Lo que no pensaba la joven era que una vez finalizada la misma, le costaría aún más ir al altar.

Una novela romántica entretenida, que se lee en nada y que se centra de lleno en las preocupaciones de Liza y sus sentimientos. En la línea de su otra novela. Una bonita historia de amor y unos breves infortunios. He disfrutado con ella aunque no le doy la máxima nota porque eché en falta un poco más de tensión entre el duque y la familia de Rosalind.

No obstante, la recomiendo para salir de un bloqueo lector o para cualquier fan de las novelas clean romance.