Bóxer. Un lobo solitario:

Con esta novela nos adentramos en la segunda entrega de Hombres, la serie que se desprende de Mujeres fuertes, de Ivonne Vivier. En esta obra tenemos un romance que se desarrolla bien, en sus tiempos, y que justifica al lector la relación y su evolución, con una ligera trama casi policial, muy tratada por encima, pues no es el centro de la novela. Un aporte más en la trayectoria de la autora, que se abre a mezclar otros géneros algo más 'negros' en su literatura y eso siempre se aprecia.
Bóxer es un tipo controvertido en su forma de actuar y ha pasado por situaciones que lo han vuelto en extremo celoso de su vida íntima. Pocos son los que entran en su círculo de confianza.
En su vida hay, digamos, cuatro mujeres que lo llevan por el camino de la amargura y se la harán pasar mal. Hasta que se centre, claro, puesto que parte de todo lo que le sucede se lo ha buscado por sobrado.
Empecé esta lectura muy enfadada con su protagonista, pues tenía dos vertientes muy marcadas y casi antagonistas. La primera de ellas, la fachada que muestra al mundo de tipo duro, macho alfa dominante, empotrador por el que las mujeres suspiran y desean, dedicado a la seguridad privada y que 'como que lo sabe todo y es el mejor en lo suyo'; demasiado para que me caiga bien. No soporto ese tipo de personajes.
Por otra parte y simultáneamente, el chico resulta ser inseguro de puertas para adentro, cariñoso a su especial estilo, niñero y consentidor de menores con los que se relaciona, un goloso y dulce amor. Demasiado cargante y contrastado con su otra faceta, la digamos 'pública'. Tampoco me gustó. Pero no soy de las que se enamoran de los protagonistas, así que me daba bastante igual. al final, me he reconciliado en parte con él, pero no seríamos amigos, eso también lo tengo claro. Me sigo quedando con el bomboncito de Mauro, es mucho más maduro.
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