La leyenda del último mesías

“La leyenda el último mesías” es una novela original y diferente que pone de manifiesto una serie de críticas hacia la sociedad corrupta, egoísta y ambiciosa en la que nos encontramos, así como las consecuencias que acarrearía que todas esas bases que la sustentan se tambalearan con el fin de conseguir un mundo más justo y equitativo También se realiza una fuerte crítica social a cerca de otros temas controvertidos en la actualidad como son las grandes multinacionales de explotación de productos cárnicos, promoviendo el veganismo o el machismo encontrado en cualquier lugar o situación.

Con una narrativa exquisita, llena de personajes oscuros, en su mayoría sucios, caracterizados por defectos tales como el orgullo, arrogancia, prepotencia, vanidad, hipocresía, cinismo, egolatría... destaca un joven ermitaño que encarna en sí las mejores virtudes del ser humano.

El lenguaje es complejo, de frases muy estructuradas denotando así el esfuerzo y dedicación que el autor ha puesto en el proceso de escritura.
Desde el inicio de su lectura, se puede apreciar el fuerte carácter crítico de la novela hacia los altos cargos, las malas gestiones del gobierno, el poder y la corrupción, entre otras llevado a través de una historia llena de intrigas y suspense.

Los personajes se van presentando poco a poco, reflejando así su carácter y los motivos que lo han impulsado a su situación actual. A su vez, cada uno aporta algún tipo de información sobre el ermitaño, un hombre muy misterioso y del que apenas se conoce nada. Poco a poco se va entretejiendo una trama llena de secretos e intrigas en la que la vida de todos se encuentra relacionada de una forma u otra.

La novela está llena de elementos fantasiosos que le dan a la novela un toque más alegre a la oscuridad que se encierra entre sus páginas. El autor, en capítulos cortos, va desarrollando la historia dejando claro sus amplios conocimientos en algunos temas como por ejemplo la forma de editar una novela, entre otras. al finalizar cada capítulo, se mantienen elementos intrigantes que buscan que el lector quede atrapado y desee continuar al menos un poco más.

Me ha gustado como Víctor ha decidido simbolizar en el ermitaño una segunda venida de un mesías, alguien que trae el cambio y la revolución que tanto necesita la sociedad. Haciendo, de esta forma, darse cuenta de la importancia y necesidad que tiene la humanidad de ser sociales para la supervivencia, ya que aunque el ermitaño se encierre requiere de alguien que le suministre y vele por su seguridad. Así mismo, invita a reflexionar, a través de una continua metáfora con el personaje del ermitaño, sobre la posibilidad de que a veces el miedo, las dudas, el malestar espiritual, el no sentirse integrado o encajado en la sociedad obliga a la persona a asilarse y esconderse incluso de sí mismo, rechazando la ayuda de cualquier por sentirse diferente a una forma de vida preestablecida, cuadriculada que no admite el cambio, hasta encontrar la paz interior.

Así mismo, en contraposición, se presenta qué podría traer un cambio radical que busca la justicia social si éste carece de unas bases sólidas y definidas, en las cuales no haya duda o posibilidad de interpretación.

Algunos aspectos negativos que destacaría son la cantidad de información y descripciones que el autor regala innecesariamente a la trama, la ausencia de datos de los que son conocedores los personajes pero no transmiten al lector, eso hace que a pesar de que la novela represente una imagen global de todo lo que sucede en la trama, el lector, quede, en ocasiones marginado y le imposibilite seguir participando activamente en la obra. Y, por último, me ha parecido una contradicción que se defienda el feminismo en diferentes ocasiones pero, a su vez, se exponga que una de las mujeres utilice su atractivo y “armas femeninas” para conseguir sus objetivos.
Personalmente, no he terminado de conectar con la historia ni con los personajes, ya que la narrativa me ha resultado lenta y tediosa, en ocasiones, llegando a considerar que le sobran algunas páginas. Así mismo, no he terminado de comprender la intención del autor en cuanto a su narrativa ya que en ocasiones por un lado, adelanta acontecimientos venideros, mientras que por otro lado, intenta dejar con la intriga otros sucesos.

En conclusión, creo que es una buena novela que hace al lector reflexionar sobre los cambios que necesita la humanidad y los peligros que podría conllevar una revolución en la sociedad.

La recomiendo para todo aquel lector que guste de la novela negra y desee leer un libro novedoso, insólito y con un fuerte sentido crítico que no le dejará indiferente.