Hacer una reseña de un libro tan peculiar como este es complicado. Porque habría que tratar de entender esta obra en su contexto y alejarse del recurso fácil que supone ojear su calidad literaria. No se necesita demasiada experiencia lectora para perderse en los despropósitos literarios que se acumulan a cada párrafo de esta novela, la ausencia de de unos mínimos narrativos que nos atrapen a la historia o los numerosos y groseros errores en su descuidada ortografía. Pero, cuando te quitas de la cabeza las razones por las que se pueda publicar una obra así, encuentras una historia terrible e inquietante que, en su momento, aterró a miles de mexicanos ante los hechos que acontecieron en la calle que da nombre al libro. Ahora, tras conocerse la realidad de esos acontecimientos, todo ese poder hipnótico ha desaparecido y lo que te encuentras es un libro plagado de todos los tópicos que relacionamos con las casas encantadas, maldiciones, exorcismos, brujerías, cementerios indios y toda clase de elementos que se conjuran en un mismo lugar. Eso hace que a día de hoy, sin tener ni idea de lo que vas a encontrar en este libro, y sin conocer todo el revuelo que supuso la publicación de una obra de este calibre, leas una historia que se desinfla ya desde el primero de sus capítulos. La desbordante sucesión de sucesos paranormales, sin que en ningún momento aparezca algo de alivio y descanso al lector acerca de todo aquello que está ocurriendo, termina por expulsar todo intento de adentrarte en este pequeño tormento. Todo resulta exagerado, sin momentos en los que la reflexión a lo que está ocurriendo consiga transmitir el terror necesario en una novela que se precie. Conforme van avanzando las páginas vas viendo como ese infierno que se localiza en Cañitas tiene todos los elementos que uno pueda imaginar en una obra de terror. Muertes, posesiones, gritos, cambios en la temperatura, exorcismos, advertencias sobrenaturales, ecos del pasado, sombras inquietantes, maldiciones...todo de una manera tan compacta que termina por ejercer el efecto contrario a lo que debiera de ser una novela como esta. Aun así, se ha convertido en una de esas rarezas que merecen una revisión para los amantes del género. Aunque sea para entender el por qué, en ocasiones, es mejor conseguir una ambientación adecuada en una historia de terror que lanzar horrores sin ningún tipo de sentido. + Leer más |