Quebrada

Y me cuesta, porque esta tierra será poca cosa, pero acá nacimos y acá somos quienes somos. Si nos vamos, tendremos que ir por ahí explicando que de dónde venimos y para dónde vamos. Y eso no da mucho aliento.

A veces me da por pensar que tener una familia es volver a casa y saber que alguien te espera.

las cosas se estaban poniendo malas, en la quebrada: demasiada sequía. Hasta las piedras se les venían marchitando en esa falta de agua.

La única certeza que tengo hoy, padre, es que muy pronto nos iremos de esta tierra. Y me cuesta, porque esta tierra será poca cosa, pero acá nacimos y acá somos quienes somos. Si nos vamos, tendremos que ir por ahí explicando que de dónde venimos y para dónde vamos

El cielo se estremecía en convulsiones y se llenaba de rasguños, como heridas de luces. Y a cada rasguño que venía, las caras de los peones se alumbraban como si se prendieran y se apagaran

Dicen que la tierra no se abandona. Que si uno se va, los muertos se quedan sin nombre, y se acaban confundiendo, porque ya nadie se les acerca a recordarles ni quiénes eran, ni qué decían, ni qué les gustaba.