No le he dicho nunca que no termino ninguno de mis libros. Los dejo cuando aún me faltan tres o cuatro capítulos y me imagino el final que me parezca más adecuado.
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No le he dicho nunca que no termino ninguno de mis libros. Los dejo cuando aún me faltan tres o cuatro capítulos y me imagino el final que me parezca más adecuado.
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No he recompuesto mi vida porque no puedo vivir más que a medias.
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Era como si al nacer nuestra alma se hubiera mezclado tanto que seguía formando una sola cosa aunque se hubiera dividido en dos cuerpos.
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¿Se puede revivir un momento que no te pertenece?
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Si lo hubiera sabido… Pero nunca sabemos dónde duermen las desgracias, ni cuándo van a despertar de su letargo. |
Mi hermana desapareció la mañana en la que yo decidí odiarla.
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Mi hermana desapareció la mañana en la que yo decidí odiarla. Ese día, lo único diferente era la niebla que se arrastraba sobre los tejados. Los árboles atravesaban el vientre de las nubes con uñas astilladas de corteza oscura. El cristal de la ventana estaba frío contra mi frente. El mundo se emborronaba entre los jirones de bruma y mis propias lágrimas.
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Mi hermana desapareció la mañana en la que yo decidí odiarla. Ese día, lo único diferente era la niebla que se arrastraba sobre los tejados.
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En la vida real todas las historias acaban en muerte si las alargas lo suficiente.
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En una familia hueca, a mi hermana le sigo importando lo suficiente para arrastrarme con ella al infierno.
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Es un cuerpo creado a partir de la unión de distintas partes de cadáveres diseccionados, escrito por Mary Shelley a partir del reto literario de Lord Byron.