A Ana no le van bien las cosas: su última novela ha sido un completo fracaso, ha perdido su trabajo como repartidora, con el que subsistía a duras penas, y está muy deprimida. Todo cambia cuando encuentra una caja en la puerta de su casa. En su interior hay una carta que le comunica que ha sido seleccionada como jugadora beta de un videojuego aún en desarrollo. Tras el recelo inicial, decide participar en el juego que parece haber sido creado a su medida: diseñar el crimen perfecto a través de las distintas pistas que le proporcionan. Cada participante debe planificar la mejor idea para acabar con la vida de una persona. Ana pensaba que jugaba con ventaja, ya que era el mundo de ficción sobre el que ella escribía. Pero no es consciente de que su entretenimiento va a alimentar la mente de un auténtico monstruo. “Los crímenes de la caja”, de Gema Tacón, es uno de los thrillers más originales que he leído últimamente. Y lo es tanto por el carácter corrosivo de la protagonista, como por la originalidad de su trama, que se desarrolla casi en su totalidad en un único escenario: el bloque de pisos en el que vive Ana. A lo largo de la novela la autora nos muestra los entresijos del mundo editorial: los contratos leoninos, los engaños, los cambios que exigen los editores para que la novela sea más comercial y los escasos beneficios tras largos días de duro trabajo. Si seguís a la autora en redes sociales, sabréis que ha sufrido en carne propia algunos de esos problemas. La trama me ha parecido muy buena. Lo que parecía un inocente juego resulta ser algo más complejo y Ana no terminará jugando para ser la ganadora: lo hará para salvar su propia vida. Una novela que me ha recordado a las de Agatha Christie, pero con ese estilo tan propio de Gema Tacón en el que el misterio se combina con un humor muy negro. “La creencia en una fuente sobrenatural del mal no es necesaria. Los hombres por sí mismos son muy capaces de cualquier maldad.” Joseph Conrad. + Leer más |