—Sigues intentando protegerme. ¿Real o no? —susurra. —Real —respondo; quizá deba explicarlo mejor—. Porque eso es lo que nosotros dos hacemos: nos protegemos el uno al otro. |
—Sigues intentando protegerme. ¿Real o no? —susurra. —Real —respondo; quizá deba explicarlo mejor—. Porque eso es lo que nosotros dos hacemos: nos protegemos el uno al otro. |
En el canto del sinsajo, la verdad y la mentira bailan en una danza mortal, revelando la cruda realidad de un mundo desgarrado por la guerra
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-¿Por qué lo han hecho? ¿Por qué matar a gente que ya se estaba muriendo? - Le pregunto
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Los sucesos aterradores son los más difíciles de erradicar. Al fin y al cabo, son los que por naturaleza recordamos mejor.
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—No, no quiero hacerlo... —responde. —Quédate conmigo —insisto, apretándole tanto las manos que llego a hacerle daño. Él contrae las pupilas hasta que se convierten en alfileres, después se vuelven a dilatar rápidamente y vuelven a parecer más o menos normales. —Siempre —murmura. |
Mil momentos pasan por mi cabeza, todas las veces que estos brazos fueron mi único refugio del mundo. Quizá no los apreciara como debía entonces, pero son recuerdos dulces que se irán para siempre. |
Somos seres inconstantes y estúpidos con mala memoria y un don para la autodestrucción.
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La promesa de que la vida puede continuar por dolorosas que sean nuestras pérdidas, que puede volver a ser buena. Y eso solo puede dármelo Peeta. Así que, después, cuando me susurra: —Me amas. ¿Real o no? Yo respondo: —Real. |
Lo que necesito es el diente de león en primavera, el brillante color amarillo que significa renacimiento y no destrucción. La promesa de que la vida puede continuar por dolorosas que sean nuestras pérdidas, que puede volver a ser buena.
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Y, de repente, es como si no existiera nadie más en el mundo que estas dos personas que atraviesan el espacio para encontrarse. Chocan, se abrazan, pierden el equilibrio, se dan contra una pared y allí se quedan, convertidos en un solo ser indivisible.
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Novela de ciencia ficción, escrita por Richard Matheson, en 1975 se titula: "En algún lugar del _________"