El final de la fiesta

Tras “La música de los huesos” y “El ritual de los muertos”, Nagore Suárez nos trae “El final de la fiesta”, final de la trilogía. Un título de lo más adecuado para poner punto final a una trilogía que ha ido de menos a más y que ha acabado de la mejor forma posible.
Nos encontramos en Pamplona la víspera de San Fermín. Muy poquito antes del chupinazo que da inicio a una de las fiestas más famosas del país, el cadáver de una chica joven es encontrado en un parque cercano al río. El inspector de la policía foral Gabriel Palacios será el encargado de investigar el caso.

Su pareja, la periodista Anne Aribe, también se implicará en la investigación porque, al poco del descubrimiento del asesinato, una fotografía de la joven llega al periódico en el que trabaja Anne.

Como en las dos novelas anteriores, los crímenes del presente tienen relación con el pasado. Ya he comentado alguna vez que este tipo de novelas de intriga son las que más me gustan. Me encanta cómo la policía tiene que bucear en el pasado, cómo hechos que ocurrieron hace años, a veces muchísimos, se han enquistado en la mente de alguien; alguien que ha decidido que, no importa que hayan pasado cinco o treinta años: necesita justicia (o venganza, llamadlo como queráis). También como en las dos novelas anteriores, son dos personas las encargadas de investigar los hechos. Un policía y una periodista, Gabriel y Anne. Cada uno de una manera, con sus medios y llegando hasta donde pueden llegar. Dos protagonistas que eran amigos de la infancia y que ahora son algo más, ¿puede haber fricciones por la investigación?

La trilogía empezó con “La música de los huesos”, primera novela de la autora. Aquella novela me gustó mucho. Es verdad que había cosillas que “debían pulirse”. Era la primera novela de la autora y se notaba. Pero tenía una muy buena trama y apuntaba maneras. Además, me hizo recordar los veranos de mi infancia y eso hizo que la disfrutase muchísimo. Por eso decidí seguir leyendo la trilogía. Y qué bien hice. Porque la segunda novela ya pulía esas cosillas y la tercera es aún mejor.

La trama es buenísima, casi espectacular. La idea de investigar una serie de asesinatos en plenos san Fermines, en una ciudad abarrotada de gente, es simplemente genial. La autora escenifica muy bien las fiestas, el ambiente que hay, lo que piensan los de allí (tanto quienes las viven a tope como los que huyen), lo que hacen los turistas que se han trasladado a vivir la fiesta… La verdad es que he disfrutado mucho del ambientazo que crea la novela. Que un asesino ande suelto entre tanta gente, que la tranquilidad brille por su ausencia, que ir a cualquier parte sea un triunfo por lo abarrotada que está la ciudad, dota a la novela de un ambiente diferente y original. Y, como digo, la trama es realmente buena. No voy a hablar de ella, sólo diré que me ha encantado cómo se relaciona todo con el pasado, como plantea Nagore el asunto, como lo desarrolla y, por supuesto, como lo concluye.

La novela se estructura en cuarenta y tres capítulos de corta extensión más un epílogo final. Son dos los narradores: un narrador omnisciente que toma la palabra cuando es Gabriel el protagonista del capítulo y una narradora en primera persona: Anne. Los capítulos dedicados a ambos se van alternando y a ambos se les dedica más o menos la misma cantidad de páginas pero el hecho de que Anne nos hable en primera persona (y que en la primera novela fuera ella la protagonista única), hace que ella se vea como más protagonista. Aunque al compartir vida, esa separación ya no es como en otras novelas y ambos tienen, como digo, casi el mismo protagonismo.

Conclusión final

He disfrutado muchísimo con esta trilogía y, sobre todo, con esta tercera novela. Sin duda la mejor de las tres. Una trama consistente con el puntazo de desarrollarse en plenos san Fermines. Y unos personajes que han crecido con la trilogía y que cada vez me gustan más. Sin duda, una trilogía muy recomendable ( y una pena que acabe).

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Qué pena me da decir esto, pero con todo lo que me habían gustado los anteriores, éste me ha decepcionado un poco. La historia no me ha parecido tan original como las otras ni el desarrollo de los personajes tan interesantes. A su favor he de decir que engancha y se lee muy fácil. Seguiré pendiente de las próximas publicaciones de la autora, porque a pesar de ese último libro, me parece una trilogía recomendable.

Con “El final de la fiesta” Nagore Suárez cierra su trilogía de la Ribera Navarra, iniciada con “La música de los huesos” y a la que siguió su continuación, “El ritual de los muertos”. Y como ocurre en toda buena fiesta, da un poco de pena despedirse, especialmente cuando has disfrutado tanto en ella. Siguiendo la línea de sus antecesoras, “El final de la fiesta” es una novela tremendamente adictiva de la que resulta difícil despegarse.

Unas horas antes de que Pamplona dé inicio a sus fiestas de San Fermín, aparece el cadáver de una joven junto al río Arga. La investigación recaerá en el Inspector de la Policía Foral Gabriel Palacios. Poco después, una fotografía del cadáver firmada por el asesino, llega a la redacción del periódico en el que trabaja Anne Aribe, haciendo que esta se vea implicada nuevamente en la investigación policial. Nuevas muertes pondrán en jaque a la policía, que deberá evitar que se desate una situación de pánico en una Pamplona atestada de turistas.

Si hay una cosa que no se le puede negar a la trilogía es que presenta una clara evolución, siendo esta tercera entrega la más redonda tanto a nivel de historia y desarrollo de la misma, como de personajes, siendo estos mucho más maduros.

Anne está trabajando en un periódico, pero el trabajo que le obligan hacer no es para nada lo que imaginaba le iba a deparar su carrera periodística. Su frustración y desilusión hacen que se implique nuevamente en la investigación del caso, pero esta vez resulta especialmente interesante ya que pone frente a frente las diferencias existentes entre una investigación policial y una investigación periodística, y esa relación amor/odio que puede llegar a existir entre ambas.

La autora sabe perfectamente cómo mantener el ritmo a lo largo de la historia y cómo ir dosificando la tensión de forma que el lector se vea obligado a continuar leyendo hasta llegar al desenlace final, desenlace que solo empecé a sospechar al leer una frase que, me resultó tan extraña, que hizo que algo hiciese click en mi cabeza.

También ha sido interesante poder conocer un poco más acerca del pasado familiar de Anne, aunque esta vez he echado en falta más protagonismo de la abuela Leonor.

Buen cierre de trilogía con una historia que engancha, ágil y muy entretenida, perfecta para aquellos que buscan iniciarse en el thriller.

En la línea de la autora, narrativa sencilla que atrapa y no te suelta hasta el final, con giros inesperados que no ves venir y, aunque algo intuyes, la resolución ha sido una sorpresa. Magnífico manejo de la trama, así como de la ambientación y de cada situación, muy entretenida. Lectura recomendable.

Qué ganas tenía de reencontrarme con los personajes. al igual que con las dos entregas anteriores, me ha enganchado desde la primera página. Aunque son historias independientes los tres libros, sí que comparten personajes y su historia. 

Nos encontramos ante un thriller totalmente adictivo, lleno de misterios y giros, en el que todo el tiempo están sucediendo cosas.  La trama está contada desde dos puntos de vista, el periodístico de Anne, y el policial de Gabriel.  Dos historias que parecen diferentes, pero en las que, en un momento dado, van encajando todas las piezas y no queda nada suelto. 

 Los personajes, tanto Anne como Gabriel son mucho más maduros y con  más carácter. El punto simpático lo pone Paloma, la amiga de Anne. 

Y el final ... ¡menudo final! Totalmente sorprendente, el asesino era quien menos me esperaba.  Un final digno de esta trilogía. Sin duda, seguiré leyendo todo lo que escriba la autora, su pluma es totalmente adictiva. 

Pamplona, víspera de San Fermín.
Una ciudad blindada con un operativo de seguridad sin precedentes, para garantizar la seguridad de los visitantes.

El cuerpo sin vida de una joven, aparece junto al río Arga. El inspector Gabriel Palacios, se enfrenta a una carrera contra reloj para esclarecer los hechos y que la noticia del asesinato no tenga una alarma social.

Anne, periodista del Diario de Pamplona y pareja de Gabriel, se verá envuelta de manera indirecta en el caso de asesinato de Gabriel, cuando llega una Polaroid al diario.

Varios cuerpos aparecen en días sucesivos, las sospechas de un asesino en serie.

Una increíble mezcla de periodismo e investigación policial contra reloj, para no cancelar unas fiestas tan populares como tradicionales de San Fermín.

Una vista al pasado terrorista de la ciudad, secretos del pasado que acunan por salir.

Una historia que si bien es el fin de una trilogía, se puede leer por separado.

Un final con un increíble giro que no dejará de sorprenderte.

Si no has leído la autora y te gusta los thriller, te animo a que disfrutes de esta trilogía.

Hola a todos y bienvenidos un día más a mi blog.

En esta ocasión vengo con una reciente novedad de la mano de Ediciones B a la que le agradezco el envío del ejemplar.

Pero antes de todo, una pregunta ¿habéis empezado alguna vez una trilogía por su último libro? Pues yo ya puedo decir que sí, si amig@s me acabo de leer la última parte, así soy, pero lo positivo de todo que gracias a la narración se puede leer independientemente, ya que, aunque puedas imaginar cosas, CREO que no te comes ningún spoiler importante de los libros anteriores, así que oye si sois como yo tranquilos, que no pasa nada.

Y al lío que me enrollo como las persianas, esta vez hablamos de El Final de la Fiesta, un thriller ambientado en Pamplona y nada menos que en sus fiestas mayores, así que vestidos de blanco y con el pañuelo rojo, la ciudad va a tomar un halo oscuro tras los asesinatos de varios jóvenes, que aparentemente no tienen nada que ver los unos con los otros. ¿Qué es lo que está pasando en San Fermín?

Con una narración sencilla, ágil y que no se duerme, Nagore Robles la autora de esta trilogía que yo estoy deseando ‘'comenzar'' véase a la ironía, nos trae un libro lleno de intriga hasta el final. Gabriel y Anne, policía, periodista y ambos pareja, nos mostraran que por más que lo eviten, sus caminos se tienen que cruzar para descubrir el entramado de los crímenes. También nos vamos a empapar de sus vidas personales, y acontecimientos de ella, esa mezcla me ha gustado mucho y sin duda Anne me ha encantado y maravillado a partes iguales.

El final me ha dejado bastante descolocada porque no pensaba que fueran por ahí los tiros hasta más adentrada la novela, así que feliz por ese factor sorpresa que me he llevado y ojo, que menudo final, oscuro y trágico y.…No diré mucho más porque si no pierde la gracia.

En resumen, es un libro que está muy bien, que es súper entretenido, que los personajes están muy bien perfilados y que te lo lees en dos sentadas, así que, si no sabéis que leer este finde, aquí mi propuesta.

¡Hasta pronto!

Viajamos de nuevo a Pamplona de la mano de nuestra protagonista Anne a la que conocimos en las anteriores entregas (La música de los huesos y El ritual de los muertos) y que recomiendo leer por orden.
Nos situamos en las fiestas de San Fermín, 6 de julio ha sido el día elegido para el asesinato de una joven. Lo que a primera vista puede parecer un crimen al azar las muertes se multiplican y comienza una carrera contrarreloj para el inspector Gabriel y para su equipo.
La esencia de Nagore tal y como la recordaba, sigue presente en cada página. Una trama que engancha, tensión, giros imprevisibles sin dejar de lado el factor humano con pequeñas dosis de amor que no permiten soltar el libro.
Damos respuesta a la gran pregunta que quedó en el aire en el libro anterior y aún con un final cerrado en este, reconozco que sería una gran alegría seguir leyendo más aventuras de estos personajes a los que tanto cariño he cogido.
En resumen, una de las mejores trilogías que he leído y que por supuesto, os recomiendo.

Nos situamos en Pamplona. Unas horas antes del inicio de San Fermín aparece el cuerpo sin vida de una chica en un parque cercano al río.

En esta novela nos reencontramos con Gabriel, en su papel de policía investigará el caso por una línea mientras nuestra Anne, como periodista, lo hará por una línea diferente.
Como nos tiene acostumbrados la autora, en un punto de la historia ambas líneas se entrelazan dando lugar a un final sorprendente.

Nos encontramos ante un thriller altamente adictivo. Como en los libros anteriores, desde que lo empecé no pude soltarlo hasta terminarlo.
La trama que va in crescendo, llena de giros donde cada paso te va dejando más intrigada aún, siendo imposible no hacer tus propias cábalas a medida que vas avanzando en la lectura.
También volveremos a encontrarnos a varios de los personajes que conocimos en las entregas anteriores y cada uno de ellos aportará mucho en este cierre.

Os confieso que he sentido pena al despedirme de estos personajes, pero a su vez siento que ha sido una gran despedida que me ha dejado con buen sabor de boca.
Por ello no me queda más que recomendaros esta trilogía que tanto me ha gustado.

Esta tercera novela de Nagore Suárez es una novela entretenida. Se lee rápido. Ya conocemos a los personajes. Esta vez la historia que se relata es muy interesante y mantiene muy bien la intriga hasta el final. Novela recomendada para pasar un rato agradable de lectura.