Géminis se queda con Capricornio

Hay gente que tiene un don, y Anyta Sunday es una de esas personas. Construye historias normales, bonitas, tiernas, divertidas y llenas de sensaciones que transmiten tan buen rollo que es imposible no disfrutarlas. Además, siendo un chico-conoce-chico, son amigos o amienemigos, según la historia, que se dan cuenta de que están hechos el uno para el otro, cada una es diferente y tiene su propio escenario; vamos, que los clichés están tan bien llevados que destierran el indicador de cliché para convertirse en buenas ideas.

Géminis se queda con capricornio es la tercera entrega de esta serie. Seguimos en el mismo entorno, esta vez en la Universidad en la que da clase nuestro Jamie Cooper, ese atractivo y estupendo profesor del que se enamora Theo en Leo quiere a Aries. Ambos personajes tienen su aparición en esta historia, aunque sea en un par de momentos, lo que ha hecho que los lectores de Leo quiere a Aries hayamos dado palmas de ilusión. Es que son tan tan tan... ellos.

Wesley es un estudiante de derecho de tercer año, bastante charlatán y divertido y cuyo hermano pequeño sigue sus pasos allá donde va. Su alter ego es el supervisor de su planta de la residencia estudiantil, Lloyd Reynolds, más adulto, serio, inteligente y con los pies en la tierra, con el que siempre está bromeando y manteniendo conversaciones entre absurdas e inteligentes desgastando su paciencia. Para simplicar, Wesley vuelve loco a Lloyd con sus bromas, coqueteos absurdos, comentarios y otros situaciones, para deleite nuestro.

No sé si sería yo capaz de aguantar el ritmo frenético de Wesley, ese géminis que es una rápida montaña rusa en bucle con esa manera divertida y cariñosa de, en cierta manera, actuar; desde el principio ya ves que está loco por Lloyd y todo es para llamar su atención. Menos mal que Lloyd tiene cabeza y aporta cordura a todas las incitaciones de Wesley.

Wesley es sincero a la vez que inseguro; casi se ve la fragilidad de su espíritu, promovida por la historia que arrastra detrás. Muestra una necesidad de cariño que, aunque no sé si el texto tiene ese objetivo, a mí en algún momento me ha llegado a dar lástima.

Toda esa «locura» que rodea a Wesley descoloca un poco, es verdad, con el añadido de que durante gran parte de la lectura tenemos menos romanticismo que otras veces pero sí mucha amistad. Me ha recordado al tono de la pequeña historia Nota que estoy aquí, con ese texto ágil, divertido y desenfadado, muy cercano y muy claro. Poco a poco, todo va cobrando más sentido y es casi imposible no enamorarte de ellos, os lo aseguro. Wesley y Lloyd, Lloyd y Wesley; creo que forman una de esas parejas literarias que me encantaría tener en mi vida. Incluso hoy, tras varias lecturas, todavía pienso en ellos y sonrío; y me los imagino con los dedos entrelazados, acostados el uno junto al otro. Debo estar en modo romántico on.

Pasa como en otras de sus novelas: todo es tierno, maravilloso, divertido, actual e inteligente; con esa erótica que proviene de la contención de los personajes hasta que se hace incontenible. Eso sí, se lee de una manera tan cómoda, que todo te parece más que adecuado para la historia que estás leyendo.

Dejemos a un lado que libros que como estos rompen tabúes, acercan realidades que quizá de otra manera no lo serían para una parte de los lectores, y simplifican las cosas, justo como debe ser, porque no tiene por qué ser todo complicado y difícil. Simplemente, animaos a leerlos, os aseguro que os enamoraréis de ellos; y si pensáis que lo vuestro no es la homoromántica, haced como yo, probad y luego me lo contáis. Estoy segura de que os sorprenderá lo que encontraréis en estas historias:

- Leo & Jamie, en Leo quiere a Aries
- Percey & Callaghan, en Escorpio odia a Virgo
- Wesley & Lloyd, en Géminis se queda con capricornio

Otros libros de la autora que he leído, y que también os recomiendo:
- Nota que estoy aquí
- Ángel caído

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