Y nunca se le ocurrió que los hombres de letras, suponiendo que les gustasen las mujeres, no preferían necesariamente a las mujeres cultas, sino a las chicas en general.
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Y nunca se le ocurrió que los hombres de letras, suponiendo que les gustasen las mujeres, no preferían necesariamente a las mujeres cultas, sino a las chicas en general.
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Como ellas mismas sabían en mayor o menor grado, por aquel entonces había pocas personas más encantadoras, ingeniosas, conmovedoramente bellas y, en ciertos casos, salvajes, que las señoritas de escasos medios.
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Hace un tiempo, en 1945, toda la buena gente era pobre, salvo contadas excepciones.
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¿Quién escribió «Agnes Grey»?