Algunos Cupido matan con flechas, otros con trampas.
|
Algunos Cupido matan con flechas, otros con trampas.
|
Te amo con tanto corazón que no queda nadie para protestar.
|
El ruido de un beso no es tan retumbante como el de un cañón, pero su eco dura mucho más.
|
—Que me haya concebido una mujer, es cosa que le agradezco; que me haya criado, también es cosa por la cual le doy mis más humildes gracias; pero que sobre mi cabeza resuene una cadencia de cuerno de montería, o que mi bugle cuelgue de un invisible cinturón, que todas las mujeres me perdonen. Porque no quiero hacerles la injusticia de desconfiar de alguna de ellas, me reservo el derecho de no fiarme de ninguna. Y por último —y esto será lo más conveniente para mí—, me propongo vivir soltero.
|
Los hombres aconsejan y dan palabras de consuelo para el dolor que no sienten, pero cuando lo prueban, su consejo se vuelve pasión
|
Es el primer libro publicado por Carlos Fuentes.