Cada alma tiene una función, un camino, un castigo que pasar. Pero no es un castigo divino, nadie es castigado por sus pecados. Algunas almas están atormentadas por sus propios miedos, son ellas mismas las que desean vagar por este mundo agonizando; otras se pierden, no encuentran el camino. Tu fin solo tú lo sabes.
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