(...) Tuvimos pájaros, una carpa rojo-dorada, un magnífico perro, conejos, un mono pequeño y un gato. Era este último un animal muy grande y bello, completamente negro, y de una sagacidad muy sorprendente. (...) Plutón -llamábase así el gato- era mi amigo predilecto. Sólo yo le daba de comer, y adondequiera que fuese me seguía por la casa. Incluso me costaba trabajo impedirle que me siguiera por la calle.
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