Mientras coletilla escucha a Fernando VII: Coletilla, que no acostumbraba a reírse, reía también, por considerar desacato no reproducir en su fisionomía complaciente y esclava todas las alteraciones de la regia faz de su amo. |
Mientras coletilla escucha a Fernando VII: Coletilla, que no acostumbraba a reírse, reía también, por considerar desacato no reproducir en su fisionomía complaciente y esclava todas las alteraciones de la regia faz de su amo. |
¡Y hay otros tan reacios don Elías...! Anteanoche subió a la tribuna uno que suele venir ahí con el barbero Calleja: ¡que voz de becerro tenía! Empezó a hablar de la Convención, y dijo que era preciso cortar las cabezas de adormidera. Le aplaudieron mucho, y yo confieso que fue una gran cosa, aunque, a decir verdad, no le entendí más que si hubiera hablado un judío.
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De todos los procedimientos que el espíritu emplea para atormentarse a sí mismo, el más terrible es esperar. Contra esto no hay remedio. Parece que ha de ser fácil resolverse a no esperar, apartar la imaginación de la cosa esperada, y vivir sólo en un punto de la vida, en un momento del tiempo, sin esa dolorosa aspiración a lo venidero que desquicia el ser, sacándole de su centro. Cuando se espera lo que ha de llegar, las horas son siglos; cuando se espera lo que debió llegar, las horas vuelan como segundos.
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¿Cuáles fueron los nombres de las hermanas Brontë?