La Fontana de Oro de Benito Pérez Galdós
¡Y hay otros tan reacios don Elías...! Anteanoche subió a la tribuna uno que suele venir ahí con el barbero Calleja: ¡que voz de becerro tenía! Empezó a hablar de la Convención, y dijo que era preciso cortar las cabezas de adormidera. Le aplaudieron mucho, y yo confieso que fue una gran cosa, aunque, a decir verdad, no le entendí más que si hubiera hablado un judío.
|