Corrió hacia su hijo, que alzó el brazo por encima de su cabeza para evitar que ella apresara la fotografía. Como cuando él era un niño y ella le mostraba una bolsa de golosinas, agitándola en lo alto para que cascabelearan, riendo al verlo convertido en un salmón que se estiraba, se retorcía y saltaba sobre el agua para alcanzar el cebo.
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