Escritores delincuentes

Un excelente libro que nos va a plantear múltiples interrogantes. Cuando nos encontramos con un título como este, no podemos dejar de preguntarnos en un primer momento ¿cuál es su finalidad?

Pero no hay que preocupase, en absoluto, su objetivo no es atacarlos, no es considerarlos delincuentes, ni tampoco cotillear sobre vidas ajenas en conflicto.

Al contrario, es un libro en el que encontraremos escritores que han estado en prisión, que han tenido algún tropiezo con la ley, e incluso algunos de ellos escribieron sus obras en las horribles condiciones de las prisiones, pero, sin embargo, y esto es lo importante, es que el autor los va a considerar mucho más escritores que delincuentes.

Un libro que tampoco es un anecdotario sobre los escritores que han estado en prisión, ya que el autor también dedica una buena parte del libro a la reflexión sobre el concepto de qué es ser un delincuente, y además de una indagación profunda en sus orígenes familiares y sociales.

También reflexiona sobre el castigo y sobre si la literatura es liberadora y ayuda a lograr la redención de algunos de los escritores, que en sus obras, contaron su experiencia en la cárcel, no solo como elemento de evasión sino para buscar una forma de justicia y una suerte de autojustificación, con la finalidad de obtener una nueva forma de vida.
Muchos lo consiguieron.

Nos habla de bastantes escritores, en muchos casos solo apuntando algunas de sus circunstancias delictivas, y entre lo que nos dice el autor sobre ellos, más la información que, en algunos casos, he buscado para conocerlos un poco más, aquí tenéis una pequeña síntesis de algunos de los escritores tratados.

Comienzo con el francés Jean Genet vagabundo, ladrón y chapero, no he leído todavía su obra.

La escritora inglesa, Anne Perry, que con solo 16 años, y junto con su amiga Pauline, mataron a la madre de esta y aunque ella nunca ha querido hablar del tema, no tuvo más remedio que hacerlo, después de la película “Criaturas celestiales” donde se revivió su pasado.
Yo la he visto y está muy bien, sobre todo cuando has leído las novelas de la autora, además de conocer este hecho de su vida. En el libro es el capítulo más extenso. Y aquellos lectores que no conozcan este episodio, les sorprenderá.

Abdel Hafed Benotman, un ladrón, atracador de joyerías y extranjero ilegal.

También nos habla del estadounidense Jack Henry Abbot, al que Norman Mailer ayudó a conseguir la libertad condicional, tras leer su obra.

Al escocés Hugh Collins que descubrió la literatura en un programa de reinserción y consiguió la libertad tras quince años de prisión.

El conocido miembro de la generación beat William S. Burroughs que mató a su mujer de un extraño disparo en un juego. También hay una estupenda película sobre este grupo y lo que sucedió.

Jack Black, él nos dejó una autobiografía novelada donde critica el sistema carcelario.

Chester Himes, famoso por sus novelas policíacas.

Y otros muchos más, ya reconocidos, cuando entraron en prisión como Álvaro Mutis, apresado por malversación.

La escritora chilena María Luisa Bombal que disparó a su amante …
pero la mayoría de ellos, jamás volvieron a delinquir.

En definitiva, es un libro donde queda reflejada la gran capacidad de la literatura para conseguir la libertad, así como una nueva manera de justicia.

Un viaje, en este caso, por la extensa variedad de los delitos y sus obras. Y la verdad es que todos los escritores delincuentes que se presentan aquí, nos resultan atractivos ya que han tenido una vida muy interesante y en cierto modo bastante plena. Así es como yo lo veo.

Los comentarios sobre la denuncia a la sociedad, las condiciones penitenciarias, la justicia y la ley también son muy interesantes ya que nos permiten cuestionarnos cierta arbitrariedad en el sistema, así como los castigos desproporcionados.

Una extraordinaria experiencia lectora. Lo recomiendo.