Yamada y el chico

La mangaka no es nueva, y es que ya he leído algo suyo antes. Y hubo una parte que me gustó y otra que no.
Con esta nueva historia, me ha gustado.
Nos encontramos con Yamada, que una noche se encuentra a Chihiro borracho y llorando por un amor no correspondido. Se lo lleva a casa para que no pase la noche al raso ya que está nevando. A partir de ese día, Chihiro le agradece a Yamada ese gesto yendo a su casa hacer la comida.
Como podréis imaginar, es una historia en la que los sentimientos van creciendo poco a poco. Pasan de ser desconocidos, a amigos, a empezar a sentir algo por el otro sin decir nada y finalmente, se confiesan.
Es una historia muy bonita de crecimiento y descubrimiento de cada personaje. Y es que hay cierta diferencia de edad entre los personajes. Pero Yamada respeta mucho a Chihiro, lo apoya y ayuda mucho. Incluso hablan de temas serios.
Tiene momentos muy bonitos y también divertidos. Así como momentos tristes, sobre todo a la hora del crecimiento de los personajes que hacen evolucionar la historia a un ritmo muy bueno. Sin forzar nada ni a nadie.
Es un manga que recomiendo y eso que tiene ese punto que a mi no suele gustarme en los mangas, que es la diferencia de edad entre los personajes. Pero la mangaka ha sabido llevarlo muy bien en esta ocasión

La historia me ha gustado, pero no he congeniado tanto con los personajes como en Our dining table. Y la diferencia de edad entre los personajes y que el menor siga en el instituto me ha echado un poco para atrás. Por lo demás es una historia de amistad que va a más, una relación que evoluciona.