One Piece nº 23: La aventura de Bibi

Pedazo de final del arco de Arabastra que se ha marcado Oda. Este volumen ha tenido de todo, no tanto humor como otros (que haberlo, ha habido) pero si que ha habido mucha acción, tensión y emoción. La parte final de la batalla entre Luffy y Cocodrile un poco cliché, y más teniendo en cuenta las palizas que Cocodrile le había dado a nuestro capitán anteriormente, pero aún así ha sido acción y Shonen en estado puro, y la ha disfrutado mucho.

No obstante, los momentos que me han tenido totalmente pegada y con el alma en vilo han sido los del resto de los Mugiwaras dándolo todo por impedir que el cañón del enemigo se activara, todo un trabajo en equipo que muestra hasta que punto todos los personajes principales de esta historia son importantes para su desarrollo.

En este tomo destacan tres personajes: En primer lugar Pell, por su sacrificio. Muy bonito y triste, desde luego. Este personaje, sin destacar, no ha sido mal secundario. Pero lo que menos (y creo que lo único) que no me ha gustado de este arco es que solo ha habido una muerte. Con todo lo que se ha montado resulta muy poco creíble.

En segundo lugar, destaquemos a Smoker, por favor. Sin duda alguna es uno de los personajes de esta historia más interesantes. Ya que se trata de un personaje muy carismático y complejo, y que va a su bola, incluso aunque se trate de un enemigo no puedes odiarle sino todo lo contrario. Va con la Marina porque, aunque no lo parezca, tiene un fuerte sentido de la justicia, pero no le gusta nada sus hipocresias. Uno de los personajes más top de toda la historia. Creo que una de las mejores cosas de este manga es como los personajes se humanizan. Me ha gustado como Oda nos ha mostrado las reacciones y sentimientos de Smoker y Tashigi al ver que son sus enemigos y los supuestos malos los que han salvado la situación en Alabastra, y que han escapado gracias a su propia ayuda, ya que ellos no podían parar la guerra. Me ha parecido toda esa parte un puntazo, ya que les presenta no como unos inútiles o unos meros enemigos, sino que les da una dimensión humana super interesante.

Y en tercer lugar, como no, a Bon Clay y su sacrificio para ayudar a los mugiwaras y como esto cimienta su amistad con ellos. Vivan los okamas, así de claro.

Y ha habido varios momentos que me han emocionado: la banda , excepto Luffy y Vivi, intentando cada uno de ellos parar uno por uno a los combatientes de Alubarna en medio de la batalla cuando vieron que por más que la situación ya se había salvado, estaban tan metidos en la pelea y las ansias de violencia, que les daba todo igual y no podían parar de luchar; todos los mugiwaras cayendo muertos de cansancio después de todas sus peleas tras encontrar a Luffy. Esas dos partes me han encantado, no me han parecido para nada típicas, sino muy realistas, y por ello mismo me han resultado hasta cierto punto desgarradoras.

Pero por supuesto el momento culmen de este tomo ha sido la parte final con la despedida de Vivi y esa última viñeta de todos desde el barco con el brazo en alto enseñando el tatuaje como señal de su amistad con la princesa. No creo que tenga nada más que añadir, es uno de los momentos más épicos y recordados de “One Piece” por algo, y se me ha puesto la piel de gallina con él una vez más. No voy a echar de menos a Vivi, lo siento pero no me acaba de convencer. Pero le reconozco que en este arco ha sido su fuerza motora, y que nos ha regalado momentos importantísimos como este, donde se ve toda la esencia del manga en estado puro.