Lo de hablar es algo que uno da por sentado. Como quedarte dormido cuando estás cansado. Pero esa capacidad puede perderse. La de hablar, la de dormir. Uno simplemente olvida cómo se hace. |
Lo de hablar es algo que uno da por sentado. Como quedarte dormido cuando estás cansado. Pero esa capacidad puede perderse. La de hablar, la de dormir. Uno simplemente olvida cómo se hace. |
Echa a correr. Trata de liberarte. Inténtalo.
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Con tiempo de sobra para darle vueltas y más vueltas a sus pensamientos, como quien revuelve la tierra con una pala. La mujer y la niña... son suyas. ¿Por qué debería un hombre renunciar a sus posesiones? No debería hacerlo y no lo hará. |
¿Qué había visto Abby en el abismo del sueño? La había invadido una especie de parálisis convulsiva. Willem se sentía como si luchara contra algo, contra otro ser, una criatura, algo que tenía presa a su mujer y se negaba a soltarla.
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De jovencita, aprendes a no ofender a los extraños con tu rechazo. En particular a los hombres. A los extraños, pero tampoco a los jefes. Ni a los profesores, en sus tiempos de estudiante. Siempre sonriente y cordial, porque eras una chica guapa, sí, pero si dices lo que no toca o no sonríes con la vivacidad que se espera, un hombre puede volverse muy desagradable rápidamente.
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La leyenda de Sleepy Hollow es un relato corto de terror y romanticismo, se desarrolla en los alrededores de...