—Me gustas, Dylan —susurra—. Demasiado.
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—Me gustas, Dylan —susurra—. Demasiado.
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Deb es mi hermana del alma, mi otra mitad, la única persona que me entiende. Yo soy su ancla, la persona a la que siempre vuelve. No somos medio nada.
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Pues no hay nada perdido que no se pueda hallar si es buscado.
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Perdonar es de valientes. Ya lo decia Gandhi
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Si nos hubiéramos conocido ahora, de adultos, ¿habríamos sido capaces de lograr que funcionara?
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Siento que la vida se me escapa a medida que avanza la llamada. Soy una versión de juguete de un hombre, tirado en mi asiento, esperando que alguien levante mis hilos y me empuje a la vida.
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¿Qué movimiento literario de la segunda mitad del siglo XIX busca representar la realidad tal como es, sin idealizarla?