Camino sin señalizar

De nuevo descubro a un buen escritor. Jaime Molina García no es aficionado en el mundo de la escritura. Lo avalan dos novelas cortas premiadas, seis novelas, de las que a dos de ellas también se les concedió un premio y más de cuarenta cuentos. Pero yo no lo conocía. Una vez más me soy consciente de que por mucho que viva no leeré todo lo que merece la pena.

Camino sin señalizar es una novela negra, diferente; está presidida por prácticas sexuales que establecen vínculos de subordinación, prácticas eróticas con reglas, y sobre todo con castigos, roles dominantes y sumisos (acordados), sadismo y masoquismo.

El BDSM no me atrae, es más, siento un rechazo absoluto solo de pensarlo, puede que mi umbral del dolor, bajo mínimos, tenga algo que ver, pero precisamente por eso me extraña no haber podido dejar de leer hasta que he terminado la novela.

Jaime Molina sabe escribir, de eso no hay duda, y consigue atrapar al lector en una trama muy bien llevada en la que no todo lo que imaginamos es cierto. La historia gira en torno a un crimen cometido en circunstancias extremas de sadismo. El asesinado es un hombre a quien, los que lo trataban, veían como alguien anodino. Que hubiera muerto en esas circunstancias supuso una sorpresa para todos. al comenzar la investigación nos enteramos de que las verdaderas víctimas eran mujeres. Él solo intentó evitar la muerte de una de ellas.

El personaje principal es una mujer policía, Marta, algo brusca en sus maneras, alejada del estereotipo femenino, que se mueve básicamente en un espacio en el que predominan los hombres, su pareja, sus compañeros, sus jefes… Su amiga Irene debía estar en la sesión de BDSM en la que aparece el asesinado, pero no hay ni rastro de ella. Marta, sorprendida por el poco empeño que pone la policía para encontrar a la que ya consideran asesina, y apostando por la inocencia de su amiga, decide buscarla de forma paralela a la investigación oficial.

La historia no cuenta los hechos sin más, debemos fijarnos bien en las reflexiones generales que abren determinados capítulos y que, después, irán corroborando determinadas formas de actuación.

Consideraciones sobre la conciencia, sobre los remordimientos que anulan evidencias «aparezco como una mujer brusca, exigente, seca, dura, distante, insensible. La tipa problemática que echa gasolina al problema. Y no siempre es así, no».

Consideraciones sobre el acto de recordar, en el que pueden aparecer datos con los que no contábamos, sobre la relatividad de aciertos y errores que damos por absolutos y pueden cambiar el curso de la historia, sobre la importancia de adaptarse o no a determinadas situaciones adversas para sobrevivir, sobre el premio o castigo de la supervivencia, «por haber sobrevivido gracias a la voluntad de otro y no a su fortaleza, sagacidad o adaptabilidad en sentido estricto». Podemos decir que la historia de Marta e Irene es un ejemplo de las vueltas que da la vida, un ejemplo de que, a veces, nos sorprendemos actuando de forma distinta a como habíamos pensado hasta ese momento, un ejemplo de la debilidad de la mente humana cuando se enfrenta a otra mente enferma.

Hay que ir recapacitando sobre estas observaciones del narrador para entender a los personajes. Marta no es la típica mujer como tampoco fue una niña característica; le gustaban los deportes de riesgo, era dura, independiente, apenas se preocupaba por su aspecto externo. A su lado, Irene era el contrapunto, débil, necesitaba la atención de Marta en todo momento, sentirse protegida.

El afán de independencia de Marta, la ha llevado a estar con Rodney, quien sabe cómo tratarla para no despertar en ella un malhumor que se manifiesta ante la debilidad del otro. A Marta le gusta tomar decisiones y reivindica con su actitud un papel que le ha sido designado al hombre tradicionalmente.

Los antecedentes familiares son la clave para entender su carácter. Tras la separación de sus padres se quedó a cargo de una madre drogadicta, alcohólica, que no supo transmitirle confianza, por eso no quiere formar una familia al uso, por eso fuma demasiado y por eso no teme a las consecuencias de sus actos. Los padres de Irene fueron su auténtica familia, el apoyo que no tuvo en su propia casa. La fuerza que desprende su comportamiento va envuelta en cierto erotismo para ambos sexos, pero cuando quiere a alguien de verdad queda atrapada en una inseguridad que no le permite establecer lazos sentimentales; es como si tuviese miedo a perder el control de sus emociones. Marta levanta una barrera ante los que la rodean como medida autodefensiva, para guardarse de posibles daños, aunque en el fondo está deseosa de que otros dirijan sus actos para variar. Irene es la única que la conoce de verdad, alguien de apariencia débil pero mucho más fuerte que ella, alguien que la ha doblegado sin que ella se percatara.

Irene es un ser complejo, en contra de lo usual en el ser humano, ella alcanza la felicidad librándose de lo que la debilita y poniendo por encima de su propio placer el dolor de los demás y el suyo. La relación entre ambas es peculiar. Desde el principio nos damos cuenta de que no hay transparencia en sus comportamientos, «en la realidad, en el despacho, a estas horas, no hay más audiencia que el calor, la duda y mi conciencia».

Desde el principio somos conscientes de las dudas de Marta frente a la debilidad impostada de Irene, a quien vamos conociendo por el narrador omnisciente, «El puesto era suyo dos semanas después, ni siquiera se molestó en negociar el sueldo […] Esa misma noche lo celebró con su misteriosa novia a la que nadie ponía cara. Ni siquiera Marta». A Irene nos la muestra también la dependienta de un sex shop y los clientes que andan por allí: «la dependienta, asumiendo su dulce derrota comercial […] comenzó a traer cajas […] conforme el pedido iba ganando volumen algunos clientes aprovecharon para desnudar a Irene imaginándola en acción con ese arsenal». Y a Irene nos la dan a conocer asimismo sus padres, de quienes aprende: «La madre de Irene […] intentó influir para que su hija se fijase más en los chicos […] Su padre […] bordaba ese rol de supuesto calzonazos ante su esposa y tejedor en la sombra».

A pesar de que lo que vertebra Camino sin señalizar es la sexualidad, la novela no es erótica porque el sexo no aparece como una función natural sino que revela las confusiones de mentes devastadas por el mal, mentes enfermas para las que erotismo, engaño, placer y dolor son partes de un mismo todo, transgresiones de la rutina que llevan a la perdición.

Haciendo gala de una redacción sarcástica en la que no faltan los momentos de humor, el estilo varía según el ambiente que describa y los diálogos pueden ser irónicos, duros o incluso sensibles y emotivos cuando el perro Truhan, clave para la resolución del caso, está presente; algo que dice bastante sobre el ser humano. Asimismo hacen gala de simpatía y claridad cuando aparece el ciberpolicía Pablo; algo que dice bastante del autor y su guiño a los informáticos.

Si la novela se lee con expectación, el final es trepidante y desalentador. En Camino sin señalizar no hay heroína, sí una psicópata que maneja las mentes de los demás, incluso las de otros perturbados. Los demás son sus víctimas, que sucumben ante el poder de su arma fundamental: la sumisión, «Dudó en ese instante del equilibrio mental […] los altibajos emocionales […] Observó la venda casera y disimuló el inminente dolor por los músculos y nervios rasgados».

Y la mente de Jaime Molina lleva a las de los lectores por donde le interesa hasta que somos conscientes del mensaje.

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¡Hola!
Hoy os traigo una nueva colaboración gracias a Jaime Molina García autor de la novela “Camino sin señalizar”.

Una novela negra que he disfrutado mucho, llena de misterio, traiciones, perversiones, pero sobre todo algún que otro asesinato. Con una pluma muy fluida y adictiva su autor nos adentrara en una trama policial, con el mundo BDSM de fondo.

“Le castigo, me castigo, no me perdono mi proceder. Estoy en guerra y no hay otros enemigos más que yo”.

De sus personajes diré:

Marta Novoa:

Agente de policía, una mujer muy cabezota. Gran amiga de sus amigos. Nunca deja ningún caso a medias, aunque para ello tenga que saltarse las normas más de una vez.

Rodney:

Pareja de Marta, es un buen hombre solo quiere complacerla en todo. Aunque últimamente mantienen una gran crisis, ya que ella está un poco cansada de su relación. Se reconoce ser un pusilánime y un sumiso ante el desapego que le profesa Marta. Un ser que se conforma con cualquier cosa, con tal de no cambiar su apacible existencia.

Irene:

Abogada, gran amiga de Marta desde la infancia. Por una serie de desencuentros se perdió esa bella amistad entre las dos.

AmoDarck:

Un hombre misterioso, practicante del BDSM.

Natalia:

Supuesta amiga de Irene bebe los vientos por ella. Esconde oscuros secretos que son muy importantes para la investigación.

Jota:

Un ser cruel y despiadado, chulo, prepotente, muy poderoso, gracias a las influencias que ostenta por tener un alto cargo. Practica el sadomasoquismo.

Perséfone:

Esclava de Jota, será capaz de hacer por su amo cualquier cosa que él le pida. He incluso

Pablo Palacios:

Agente de Ciberseguridad, un buen aliado para Marta en la investigación.

Truhan:

El perro de Irene un Beagle, gracias a él Marta descubrirá una pista que la llevará a hilar la trama

Otros personajes secundarios que aparecerán en la trama son los padres de Irene, Antonio y Silvia los cuales esconde algún que otro secreto. Joaquín Costa el agente compañero de Marta, la cubre cada vez que ella necesita.

“La libertad nos hará mejores esclavos”

Con una trama muy bien hilada su autor nos mostrara a Marta una agente de policía que a toda costa quiere descubrir que le a pasado a su amiga de la infancia Irene, aunque para ello tenga que saltarse alguna que otra norma. Con la que estaba distanciada el último tiempo, por una tercera persona muy implicada con Irene.

Irene contacta con Marta para pedirle ayuda porque ha desaparecido su pareja Luna, después de haber participado en una sección de BDSM y no da señales de vida y eso la tiene destrozada. Para Marta, Irene siempre es una debilidad, a pesar de saber que ella la suele manipular a su antojo.

“No entiendo cómo te puede gustar todo ese rollo. Disfrutar con el dolor es de mentes enfermas”.

En su afán por averiguar qué le ha pasado a Luna, Irene contacta con la última persona que contacto ella: un misterioso hombre practicante de BDSM llamado AmoDark. Planeará una cita con él para ser su sumisa e intentar descubrir por su cuenta que paso con ella en esa casa.

Después de contarle Irene a Marta lo que piensa hacer, le dará las coordenadas por si en 24 horas no se comunique con ella que la busque.

“Mientras hay ruido hay esperanza de escapar. Lo que mata es el silencio”.

Así es como arrancara una desesperada búsqueda extraoficial, ya que todo es más sórdido y oscuro de lo que ella se imaginaba. Cuando llega al destino se encuentra que no hay rastro de Irene y en su lugar aparece el cadáver de un hombre con signos de a ver sido torturado de una manera brutal. Oficialmente la principal sospechosa es Irene, aunque Marta no está dispuesta a creerlo.

“Al contrario de lo que se cree, en este tipo de relaciones adoptar el rol de sumiso no implica asumir que se es débil, sino todo lo contrario: la sumisión implica una gran fortaleza necesaria para poder resistir la carga de dolor y humillación…”

Cuanto más va avanzando la investigación, mas dudas va teniendo Marta, ya que se da cuenta que no conoce también a su amiga como ella imaginaba.

Por culpa de esa investigación policial que se lleva a cabo, y la cabezonería por seguir investigando por su cuenta que hay detrás de ambas desapariciones. Eso hará que la relación de Marta con Rodney termine de saltar por los aires.

En definitiva, una novela negra, con una trama muy bien hilada. Los personajes tienen papeles y personalidades muy marcadas, aunque por momentos duales; cada uno a su manera muestra dos caras distintas. Tienen mucho que esconder y contar. Una novela que trata de amistad, el amor, el sexo, las mentiras, los secretos, la lealtad, las traiciones, los desengaños, la extorsión, la manipulación, el poder… Que hará que Marta afronte el más difícil de los retos: conocerse a ella misma. Entre medias su autor nos adentra en el mundo del BDSM, el placer y el dolor a partes iguales.

¿Serán capaces de conseguir resolver sus problemas, o por el contrario la relación habrá acabado para siempre?

¿Marta conseguirá resolver el misterio que rodea a Irene y por fin saber que ocurrió con su desaparición y quien esta de tras de ella?

Eso y mucho más te encontraras en esta novela policiaca, con una trama trepidante, que hará que te mantenga pegada a sus páginas y no puedas dejar de leer. Es la primera novela que leo de su autor y desde ya os digo que no será la única.

Totalmente recomendada al 100% ya que no dejará a nadie indiferente.

Enlace: https://emimimundomisreglasm..

Irene y Marta se conocieron durante su juventud. La relación se enfrió con el tiempo debido a terceras personas pero de vez en cuando siguen pensando la una en la otra. En estos días, Irene ha vuelto a ponerse en contacto de manera inesperada con Marta que no tiene muy claro como reaccionar a su petición, aunque la curiosidad termina ganando y decide quedar con ella.
Lo que Irene le explica no tiene ni pies ni cabeza para Marta; cuando días después Irene no da señales de vida, Marta decide poner toda la carne en el asador y no parar hasta encontrarla.
El libro comienza con Marta intentando poner orden en su cabeza y sus desbocados pensamientos que bullen dentro como si estuvieran en una olla. Se las va apañando para ir ordenándolos y explicando que es lo que ha sucedido a la vez que nos pone al día de lo que ocurre a su alrededor.
Marta es una agente de policía con unas formas bastante bruscas en su trato, tanto en el trabajo como con su pareja; Irene es abogada y resulta todo lo contrario a su amiga, aunque ahora no sepan que palabra define la relación que no tienen. Eso carece de importancia al no dudar en acudir la una a la otra en un momento de desesperación.
Comienza así una historia de capítulos cortos que va contando hechos del presente y del pasado de las dos protagonistas: cómo se conocieron, sus altibajos y porqué se distanciaron y separaron. A la vez, vemos los avances que hace Marta en una investigación que parece hacer aguas por todas partes porque no termina de dar con la solución. Se tiene que introducir a marchas forzadas en el mundo del BDSM, su terminología y cómo son las personas que lo integran: amos y sumisos, que se supone siguen un papel dando rienda suelta a sus deseos de dolor, placer, subordinación y dominación, acordando términos y llegando a acuerdos de antemano pero, ¿qué pasaría si esas fantasías no terminaran, si no se distingue realidad de ficción, si esos roles no se quedaran solo entre las cuatro paredes de las habitaciones en las que se reúnen?
Al principio de los capítulos, hay algunos párrafos que sirven para reflexionar y llamar nuestra atención sobre lo que nos vamos a encontrar a continuación para resaltar lo importante del capítulo y reflexionar lo que se va encontrando Marta página tras página, porque si algo tiene la protagonista es que no para nunca.
Hay dos investigaciones paralelas: la oficial, en la que se piden permisos y órdenes al juez, se cuenta con los compañeros y se siguen los procedimientos legales y otra que es la que lleva Marta por su cuenta incapaz de permanecer quieta, sin pensar y sin actuar durante dos segundos seguidos. Ese agobio y ese estrés al que se somete a si misma -y somete a los demás- traspasa las páginas del libro y te arrastra a ese no parar que la caracteriza convirtiéndola en una persona que no resulta de trato fácil. Tampoco ayuda que toque las narices de gente que no debe y no deje de estar en constante riesgo a cada paso que da.
Una historia policíaca en la que hay que encontrar a Irene y esclarecer los motivos que la llevaron a ponerse en contacto con Marta, con bastante acción y un peligro constante, pero en la que también hay momentos para darle un par de vueltas a cosas que damos por supuestas a lo largo del libro con demasiada facilidad sobre algunas personas que participan en los juegos en los que se usan las cartas de obediencia y docilidad. No te lo pierdas.

Camino sin señalizar es la historia de una amistad de la infancia retomada años después donde las protagonistas ya no son lo que eran, la vida les ha separado y cambiado. Pero la desaparición un tanto extraña de la pareja de Irene (abogada intachable) le hace contactar de nuevo con Marta (policía terca donde las haya) para pedir su ayuda. Este encuentro les unirá de nuevo y les llevará por caminos insospechados y peligrosos debido a los gustos sexuales de Irene y a los encuentros clandestinos que se llevan a cabo para satisfacerlos.
Muchos capítulos comienzan con una reflexión, como el rifi-rafe que a menudo tenemos con nuestra propia conciencia, la duda que te asalta cuando hay algo que no entiendes pero decididamente te posicionas a un lado u otro de las opiniones sobre ello, el peso del silencio, muchas veces ruidoso en sí, la jaula en que se llega a convertir nuestro lugar de trabajo, la dualidad del error-acierto,…. Párrafos en que el autor invita al lector a reflexionar sobre pequeños o grandes momentos de su propia existencia.
Los personajes tienen papeles y personalidades muy marcadas, aunque por momentos duales; cada uno a su manera muestra dos caras distintas. ¡¡¡¡¡Y en la historia hay un peludito que me ha encantado!!!!!! El malo malote y su extensa red de influencias que llegan a todos los lados da que pensar…
Un libro que trata de la amistad, el amor, el sexo, la mentira, los secretos, la lealtad, la extorsión, la manipulación, el poder,…
En resumen, buena colaboración con una historia que me ha gustado y me ha entretenido.

Lo que no me ha gustado del libro:
- Deja cosas a mi parecer en el aire, se ven implicaciones que luego no se resuelven, me hubiera gustado conocer más sobre ellas, que Marta se diera cuenta de algunas para ver cómo reaccionaba (no digo más para no hacer spoiler).
- Las frases tan largas que utiliza el autor en la introducción de los capítulos, a veces me perdían un poco.

Esta novela tiene como telón de fondo el mundo del BDSM (Bondage, dominación/disciplina, sumisión/sadismo y masoquismo) expuesto objetivamente, documentado y manteniendo el enfoque desde diferentes puntos de vista

Muy original la manera de comenzar cada capítulo, haciendo una serie de reflexiones y utilizándolas luego como hilo conductor de lo que se nos va a narrar, a modo de paradoja filosófica o conversación interna

La investigación la encontré un tanto dispersa, ya que no sigue unos parámetros preestablecidos o no los hay y tampoco hallé mucha concordancia entre los personajes y sus profesiones así como en sus relaciones familiares

Una novela corta, muy lineal, sin grandes giros ni saltos temporales y aunque me hubiese gustado encontrar más veracidad y coherencia en los personajes si que mantiene la incertidumbre hasta un final totalmente inesperado y reflexivo hacia esta serie de prácticas