La casa al final de la calle

Viajamos a Wisconsin para conocer a nuestros protagonistas.
Comenzamos con Sharon, una mujer jubilada que siente devoción por su hija de la que recibe una llamada pidiendo un gran favor, que no es otro que acoger a su amiga Niki en casa.
Niki ha tenido una infancia complicada, pasando por diferentes casas de acogida tras el fallecimiento de su madre.
Juntas se volverán inseparables y más aún cuando una fría noche de invierno Sharon ve en la casa vecina tras la ventana a una niña lavando los platos. Según sabe, la familia solo tiene un hijo adolescente... ¿Quién es esa niña? ¿Por qué nadie la ha visto nunca?

Mayúscula es la sorpresa que me he llevado con esta lectura que me ha tenido enganchada hasta la última página.

Los personajes resultan muy reales tanto que ha sido sencillo empatizar con varios de ellos y también de odiar a uno en concreto.

Las relaciones entre ellos, las circunstancias que les acompañan y ese no se que qué no me ha dejado despegarme de sus páginas.

No es una novela con grandes giros pero si una que muestra la realidad de muchos niños que no han tenido la oportunidad de crecer, jugar, divertirse y aprender por no haber tenido la suerte de nacer en una familia que les diese el amor que sin duda merecen.

Chantajes, mentiras, manipulación, presión social y apariencias que mantener son los ingredientes que están presentes en esta novela con un final bien cerrado, previsible también pero que no me ha podido gustar más.

Lectura rápida, una trama que atrapa, unos personajes reales y muchas ganas de volver a leer a la autora. Sin duda, muy recomendable.

Nos vamos a Wisconsin, Estados Unidos, gracias a «La casa al final de la calle» de Karen McQuestion.

Morgan Duran, la hija de Wendy y Edwin, es una muchacha conflictiva con unos amigos, y un novio, que no son del agrado de sus padres. A los dieciocho años desaparece sin que sus padres puedan hacer nada para encontrarla.

En el mismo estado vive Sharon Lemke, una profesora jubilada con una hija abogada que vive en Boston. Amy le pide que le ceda la habitación libre a Nikki, una antigua niña de acogida a la que ayudó como voluntaria. Nikki está acostumbrada a que todo el mundo le falle y Sharon lleva mucho tiempo viviendo a su manera, así que ambas tendrán que amoldarse. al ser ambas buenas personas la convivencia es más sencilla.

En la casa de al lado viven los Flemming, un matrimonio con un hijo adolescente. Sharon y Nikki comienzan a ver cosas que les hacen pensar que no son trigo limpio, así que se ponen a espiar a sus vecinos para descubrir lo que esconden.

Me han encantado los personajes, están muy bien descritos y tiene personalidades muy marcadas y diferentes.

Sharon y Nikki son estupendas aunque un poco inconscientes, lo esperas de la joven pero no de la anciana. Amy es la voz de la razón pero vive demasiado lejos.

Los Fleming son una familia disfuncional que viven regidos por los cambios de humor de la madre, una mujer egoísta y narcisista. El padre no es capaz de enfrentarse a ella y permite una situación insostenible. El joven Jacob sobrevive como puede a la tiranía materna y, aunque no se enfrenta a ella, es una persona decente. La pequeña Mia es un amor.

La novela es muy adictiva, algunas partes son previsibles pero eso no le quita ningún interés, ya que no sabes cómo van a terminar las cosas. Me gusta la forma en la que está narrada entremezclando las tres historias. Es muy fácil de seguir y cuesta dejar de leer.

Os animo a darle una oportunidad al libro y a su autora. Estaré pendiente de futuras publicaciones suyas.

12/1/24
Lectura conjunta del grupo,en thrillers.
Al leerlo me ha recordado a la Asistenta,del mismo palo,y ritmo,similar.
Cambios de escenario y tiempo desde inicio,para saber de donde parte toda la trama.
Una desaparicion de una adolescente,supuesta,porque se va porque ha querido,aunque no de señales de vida.
En seguida nos vamos a la trama principal,que comienza cuando una vecina ve a una niñita fregando los platos en la casa de al lado,donde en teoria solo viven una pareja y su hijo adolescente.
La hija de esta vecina le pide que acoja a una joven que necesita su ayuda y que le haga ese favor,una joven que ha sufrido lo que no esta escrito.
Las dos con los dias,se ponen a indagar con el tema de la niñita,tanto,que podrian descubrirlas.Las mujeres entonces urgan un plan para recabar pruebas y ir a la policia.
Por lo demas,tambien se narra todo lo que ocurre en la casa de al lado,con sus protagonistas y sus propios miedos.
Todo esto mezclado sale una magdalena de chocolate con nata,que no puedes decirle que no.
Narración muy buena incluso mezclando todo,y sin perderse en el intento.Intriga diferente a todas,con su toque personal que te tiene enganchado hasta el final.
Sinceramente muy buena historia,me ha gustado la forma de contarla.Recomendada.Muchas gracias.

Un thriller de capítulos cortos y trama fluida, que consigue que lo leas de un tirón.
Empieza fuerte, con una madre desesperada por encontrar a su hija desparecida,para luego cambiar de escenario y llevarnos a la casa de Sharon Lemke y sus intrigantes vecinos. ¿Será verdad que ocultan una niña en su casa? Y es que la familia Fleming es de lo más especial. A medida que vayamos conociéndola, sobre todo a la madre, terminaremos odiándola, un ser despreciable y egoísta, narcisista diría yo, y que pretende gobernar tanto a su marido como a su hijo Jacob.
Con la ayuda de Nikki, una joven con un pasado difícil y que acoge en su casa, Sharon intentará conocer qué pasa realmente en la casa de los vecinos.

Los personajes están muy bien desarrollados, adoré a Nikki y a Sharon y la relación que se establece entre ellas. También hay otros que generan ternura como Mía y Jacob y la bonita relación que hay entre ellos a pesar de las circunstancias.
Desde el principio queda todo descubierto para los lectores, pero eso no quita que haya momentos de tensión y de saber que va a pasar y si finalmente Sharon y Nikki conseguirán descubrir el asunto.

La manera en que la autora consigue hilar las tres historias, la de la madre que busca a su hija desparecida, la de la familia Fleming y la de la propios Sharon y Nikki me ha encantado y da redondez a un final que me ha gustado y me ha dejado muy buen sabor de boca, sobre todo ver como en esta vida siempre hay segundas oportunidades.

Una historia de secretos y en ocasiones un poco dura, porque trata temas como el abuso y la realidad de muchos niños que nacen sin el amor de una familia.

En conclusión, una novela que, sin tener grandes giros en la trama, engancha y entretiene. Ideal para un parón lector o para una agradable tarde de lectura con manta y una bebida caliente. Ideal para desconectar.

Este libro tiene cosas buenas y no tan buenas.

Empezando por las segundas, aparentemente es un gran thriller pero la realidad es que desde las primeras 100-120 páginas ya te hueles lo que va a pasar y el final es bastante evidente: antes de llegar a él ya sabes cómo va a terminar. Por tanto, es una obra que no tiene grandes giros en su argumento. Más que un thriller yo lo definiría como la historia de tres familias y como un libro más de personajes que de trama.

Sin embargo, la parte positiva (y por la que le doy tres estrellas) es que los personajes están muy bien desarrollados. La autora hace que odies a más no poder a Suzzete y que adores a Mia, Sharon, Niki y Jacob, que son cuatro personajes adorables y que te gustaría tener como amigos, sobre todo a los tres últimos. Además, nos encontramos con capítulos cortos que agilizan la lectura.

En definitiva, creo que es un buen libro para salir de un bloqueo lector, para leer después de otro más denso o para hacerlo si te apetece una tarde de café, manta y libro porque eso sí, se lee muy rápido.