Escribir una distopía futurista con una buena ciencia ficción que nos mantenga totalmente enganchados a sus páginas pero que, a la vez, contenga elementos con los que podemos sentirnos identificados (o que al menos no nos resulten tan ajenos), no es una tarea sencilla. Sin embargo, esto es precisamente lo que nos ofrece “Inmortal”, el primer volumen de la saga “Dioses de los condenados”. Diego Magro López ha conseguido de esta manera, un inicio de saga que no tiene nada de introductorio, nos sumerge en un mundo de fantasía urbana perfectamente construido desde el primer momento, atrapándonos con los detalles del universo hostil de Frigia y el carisma de unos personajes que nos reservan más de una sorpresa. Frigia es una nación gobernada por Iván Udodelig, un dictador cruel surgido tras alzarse victorioso después de una larga guerra. Habiendo sido un lugar completamente hermético, en estos momentos la nación abrirá sus puertas para Damia, una joven que tiene encomendada la tarea de redactar un informe sobre lo que vea en el país. Por otro lado, Koi es un chico que vive en una de las múltiples colmenas donde se hacina la población más pobre que, además, se divide según un sistema de castas que lo considera en su escalafón más bajo, como un condenado. de una peculiar manera, el camino de los dos jóvenes se cruzará teniendo como intersección la historia de Beth, una niña cuyo triste destino le es revelado a Koi mediante unas enigmáticas visiones. El gobierno de terror de Udodelig y todos los pormenores de su nación están tan bien descritos que llegan a ser verdaderamente perturbadores. Si bien hay grandes dosis de fantasía en los orígenes y poderes del líder, es imposible no asimilarlo a otros regímenes dictatoriales tristemente reales. Por otra parte, la evolución de Koi y Damia es absolutamente espectacular, difícilmente pueden aventurarse algunos de los giros que el autor nos tiene preparados y que tienen un remate final que no podría haberme dejado más boquiabierta. Debo señalar que me ha encantado la diversidad racial que además, considero que comporta una cierta dosis de crítica social. El origen de este mundo y las pinceladas que se nos dan al respecto también ha sido para mi uno de los puntos fuertes; esa colonización de planetas por parte de unos terrícolas que habían destruido su hogar es un gran punto de partida para este universo tan genuino. Además de todo ello, ya se nos avanza otro importante telón de fondo que cada vez va tomando más relevancia en la obra y que parece que tendrá un lugar muy destacado en próximas publicaciones. Me estoy refiriendo a una cosmogonía de dioses (esa lucha del bien contra el mal que tantos grises nos demuestra en la mayoría de las ocasiones) que parecen ser quienes mueven realmente los hilos de todo este entramado. Finalmente, no puedo pasar por alto una acción de infarto, con unas batallas narradas de manera envolvente y con una técnica de lucha verdaderamente original basada en poderes que vamos descubriendo poco a poco y que de nuevo nos dejan con muchas ganas de continuar conociendo mucho más acerca de una lucha con una mayor raigambre de lo que el lector puede intuir hasta llegar a los últimos capítulos. + Leer más |