Todas las mañanas, al despertar, se repetía para sí: «No tengo miedo». Durante un año, esas mismas palabras habían marcado la diferencia entre romperse y doblarse; habían impedido que se hiciera pedazos en la oscuridad de las minas.
|
Todas las mañanas, al despertar, se repetía para sí: «No tengo miedo». Durante un año, esas mismas palabras habían marcado la diferencia entre romperse y doblarse; habían impedido que se hiciera pedazos en la oscuridad de las minas.
|
Las bibliotecas estaban llenas de ideas, quizá las armas mas peligrosas y poderosas de todas.
|
Todos tenemos cicatrices, Dorian. La única diferencia es que las mías son más visibles que las de la mayoría.
|
Había saltado del acantilado. Ahora solo podía esperar a la red.
|
Era una criminal: una máquina de matar, una reina de los bajos fondos… y aun así…, aun así no era más que una niña a la que habían enviado a Endovier con diecisiete años.
|
Uno se casa con la persona a la que ama… y con ninguna otra
|
—No estoy casado —dijo en voz baja— porque no soporto la idea de casarme con una mujer inferior a mí en mente y espíritu. Eso supondría la muerte de mi alma.
|
Ponedme a luchar contra hombres de verdad. Quizás entonces me moleste en emplearme a fondo.
|
El amor no garantiza un matrimonio satisfactorio.
|
Quiero un marido que caliente mi cama, y solo la mía
|
Es un retelling de...