Una crítica despiadada a la política exterior norteamericana, a esa que les hizo invadir Irak, matar a gente inocente, esgrimiendo luego un “fue un error” y continuar como si tras esos “errores” no hubieran personas, familias, vidas, sueños destrozados, valores pisoteados, hogares rotos; también coloca el autor sobre el tapete, el odio visceral, las luchas fratricidas, el odio, la destrucción. Una novela interesante que pone el foco en la vida, dolor y desesperanza de los que sufren la ocupación.
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