Sandragama26 January 2021
Cuando yo era profesor, solía decirles a mis alumnos el primer día de clase: “Ahora que es tiempo de novedades, y antes de que descubráis que yo no tengo mucho que decir, que apenas soy un anfitrión que está aquí para hacer las presentaciones entre vosotros y Cervantes o Chejov —aquí un escritor, aquí un lector—, y que serán ellos, Cervantes o Chejov, los que os enseñen literatura, y si ellos no lo consiguen no lo conseguirá nadie, antes de eso, antes de que mis palabras se conviertan en lluvia, quiero que me escuchéis bien por una vez, y que apun- téis en vuestros cuadernos lo que voy a deciros, y que de vez en cuando lo leáis, hasta que estéis seguros de no olvidarlo nunca”. Entonces les decía que todos nosotros somos únicos, que al igual que nuestras caras y huellas dactilares son distintas, así también el alma y nuestra forma de ver el mundo y de pensarlo y de sentirlo. “Todos estamos condenados a ser originales, no lo olvidéis nunca. O mejor aún: en cada uno de nosotros está la semilla de la originalidad, y de nosotros depende que caiga en buena tierra y fructifique en algo, o que se agoste para siempre. La originalidad hay que ganársela, no se da de balde por muy único, por muy distinto que uno sea o parezca ser. Para llegar a saber lo que valéis, y quiénes sois vosotros, os lo tenéis que currar duro, no lo olvidéis tampoco”. Comenzaba luego por decirles que, ahora que eran tan jóve- nes y que tenían tan recién vivida la infancia, que no dejaran morir al niño que habían sido y que aún estaba vivo en ellos. “Un artista, un escritor, un científico, un filósofo, pero también cualquiera que aspire a alcanzar lo mejor de sí mismo, o un buen gustador de la vida, es el que prolonga de algún modo su infancia, y de algún modo su inocencia. Después, con los años, con la observación, con el estudio, cada cual a su modo llegará a ser un poco sabio. Pues bien, el sabio y el niño formarán un magnífico dúo. ¿Y qué puede aportar el niño al negocio común? Algo esencial para cualquiera que aspire a vivir la vida de primera mano: la intuición y el asombro, la incansable capacidad de asombro. Del asombro nace el conocimiento, como nos en- seña Platón”. Y ahí les hablaba de Luis Buñuel, de cómo se obligaba to- dos los días a inventarse una historia, al menos durante media hora. Como quien va al gimnasio para ejercitar sus músculos, él ejercitaba así su imaginación. La imaginación, como todo, si no se entrena, se marchita y se atrofia. “Pues bien, yo creo que hay que entrenar también la capacidad de asombro, el hábito del extrañamiento. Debemos aprender a no dar nunca las cosas por definitivamente vividas o sabidas, ni conformarnos con que alguien, por muy sabio que sea, no las explique o nos las cuente. No, vayamos directamente a ellas para conocerlas de primera mano. Shakespeare de primera mano, el canto de la alondra de primera mano, nosotros mismos de primera mano. Libemos en la flor antes que en la miel. Seamos altivos y radicales en el afán de conocimiento. No os acomodéis a los usos que os impongan. Sed apasionados, audaces, y hasta un punto arrogantes, para no aceptar así, sin más ni más, y sin haberlos hecho pasar antes por la aduana de vuestro criterio, los saberes ya envasados y listos para su consumo. Recordad que la vida es un viaje solo de ida. No merece la pena renunciar a la originalidad, a la incertidum- bre, a la pasión de ser nosotros mismos. Vivamos la vida como lo que es: una aventura irrepetible”. + Lire la suite |
El Instituto Cervantes organizó una mesa redonda en torno al libro «La narrativa española en la democracia actual. Crónica del Grand Séminaire de Neuchâtel».
La publicación traza la historia del reputado Grand Séminaire de Neuchâtel, unos encuentros internacionales organizados en Suiza durante diecinueve años dedicados a los grandes narradores españoles actuales (tales como Antonio Muñoz Molina, Julio Llamazares, Luis Mateo Díez, Juan José Millás, José M.ª Merino, Enrique Vila-Matas, Javier Marías, Álvaro Pombo, Cristina Fernández Cubas, Javier Tomeo, Bernardo Atxaga, Almudena Grandes, Luis Landero o Andrés Neuman), cuyos trabajos se han convertido en bibliografía imprescindible para los expertos en la materia.
Participaron en el acto la autora del volumen, Irene Andres-Suárez; Lidio Nieto, editor; Ángel Basanta, crítico literario; y los escritores: Luis Mateo Díez, Ana Merino, Luis Landero, Julio Llamazares y José María Merino.
Más información: https://cultura.cervantes.es/ESPANYA/es/id/166717
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