Stone Fruit

Bron y Ray son dos mujeres que llevan tiempo formando una relación queer. Ambas tienen el papel de las divertidas y alocadas tías de Nessie, la sobrina pequeña de Ray. Estos momentos de diversión son un escape para las tres ante los continuos problemas que sobrellevan. Nessie por su relación con su madre, Bron por su profunda depresión y Ray por aguantar los altibajos de ella. Sus problemas llegan a la cúspide, por lo que ambas mujeres tendrán que buscar consuelo por separado en sus familias, unas familias difíciles de entender, a la vez que se abren como nunca lo habían hecho a sus respectivas hermanas.

Las protagonistas son básicamente dos: Bron y Ray. Bron, una mujer trans, está pasado por una profunda depresión, en parte por todo lo sufrido en cuanto a la búsqueda de su propia identidad, en parte por la fría y religiosa familia que le ha tocado (la llevaron a una terapia para "curarle" y volver a ser "normal"). Además hay una tercera coprotagonista que servirá de enlace o unión, que es Nessie. Una niña muy avispada, que se da cuenta de todo y entiende de todo, a la vez madura para su edad, a la vez una niña risueña, imaginativa y con muchas ganas de divertirse. Además tenemos a las dos hermanas: Amanda, la hermana de Ray, y Gracie, la hermana adolescente de Brom. Me ha sorprendido, aunque no demasiado (tengo una experiencia propia similar), que Nessie acepte que tenga dos tías y sean pareja tan natural, cosa que lo adultos no hacen. Y eso es maravilloso, una señal de cambio en las generaciones futuras. Todos estos personajes, el punto más fuerte de la novela, tienen un profundo trasfondo psicológicos, haciéndoles muy complejos de entender y, a la vez, sumamente reales. Te puedes identificar fácilmente y transmiten mucha empatía.

Sobre la trama, hay de todo un poco. Encontramos amor en muchos aspectos, tanto romántico como familiar, y los dos son sumamente fuertes, además el familiar va cobrando cada vez mayor protagonismo. También hay dramas, no solo por los roces que van teniendo Bron y Ray, sino también por la relación de Amanda con su ex, la de esta con su hija, la familia de Bron con ella, la de Amanda con Bron, una numerosa cantidad de relaciones entre personas y todas ellas en constante tensión palpable. Algo que no me ha gustado del todo es que el final es muy abierto, dando pie a que corra la imaginación del autor (o lo mismo habrá una segunda parte).

Por último, trata dos temas que son fundamentales y el eje de la historia. Por un lado está el colectivo LGTB+, las dos mujeres son lesbianas y pertenecientes al género queer, además se dice que Bron es trans (aunque no me quedó muy claro esto). Esto da visibilidad a una parte del colectivo, el género queer (bastante complejo de entender por otro lado), lo que le hace bastante novedoso en el panorama literario y artístico. Por el otro, el tema de las enfermedades mentales y, en este caso, de la depresión. Lo que puede cambiar la vida de muchas personas una depresión, lo difícil que es convivir con ella y con una persona que la padezca, los sentimientos cambiantes de uno mismo en los distintos altibajos depresivos. Pero también hay una luz, una esperanza de mejora, una fuerza voluntad de cambio.

Sobre el apartado artístico, el arte de Lai es bastante llamativo. Representa a sus personajes con líneas sencillas, poco detalladas pero lo suficiente para reconocerlas, y con una paleta de blancos, negros y grises. Sus rostros son normales, vamos a decirlo así porque tiene una personalidad de la autora muy marcada y visible. Pero sus rostros cuando entra en escena Nessie, la chispa de la relación, cambian por completo a una especie de criatura/rana bastante complejo de definir. ¿Por qué hace esto? No hay explicación al respecto y ahí interviene la interpretación del lector, puede ser que esto represente la inocencia de la niñez, las ganas de imaginar, la magia de crear. Lo que sí es decir, es que los rostros de todos los personajes siempre transmiten de forma perfecta sus sentimientos en esos momentos.
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Las protagonistas de esta novela gráfica son una pareja de chicas que atraviesa un momento difícil. Una de ellas, Bron, parece estar pasando por una depresión de la que no consigue salir y que provoca desencuentros y desesperanza en la pareja.

Su gran nexo de unión y el motivo de sus momentos de felicidad es su sobrina pequeña, con la que pasan bastante tiempo de juegos. También se habla mucho de las relaciones familiares y de como éstas no son perfectas, pudiendo afectarnos profundamente.

El tono de la obra es agridulce, los sentimientos de los personajes son pesados y puedes percibirlos perfectamente a través de las páginas. No es de grandes escenas ni acontecimientos, podría decirse que es como la vida misma, sin artificios.

Los dibujos de la artista no me han parecido especialmente bonitos, pero sí consiguen transmitir las emociones. Una curiosidad es como cuando están con su sobrina mutan a una especie de monstruo para simbolizar la aventura, la alegría y la intensidad del juego. Una pega que pondría es que no había notado que una de las protagonistas es china y la otra transexual hasta que no se menciona de pasada.

En general, me ha gustado por los temas que trata, aunque la sensación principal que he tenido es de desánimo. Para mí el gran contra es que el final es demasiado abierto y abrupto, me hubiera gustado saber cómo continúan las vidas de estas chicas.

Stone Fruit es un cómic que podría ser leído desde la adolescencia hasta la edad madura. Basado en una pareja queer y sus relaciones familiares.
Toca temas muy comunes pero a la vez muy importantes, como es la familia, la tolerancia, la salud mental...
En esta obra podemos ver distintos modelos de familia pero a la vez podemos comprobar que hay similitudes en ellas. Como que todas tienen problemas, sentimientos enfrentados, emociones contenidas, conversaciones pendientes, heridas abiertas.
Este libro nos cuenta una historia basada en varias tramas, como ocurre en una vida real, que no hay finales cerrados ni realidades únicas. Todo depende del prisma de quien lo vive o en este caso de quien lo lea.
En definitiva, es una obra cargada de sentimientos que se puede leer tranquilamente en una tarde de sofá, café, libro y manta.
En cuanto a las ilustraciones, al principio debo reconocer que no entendía nada. Los dibujos, aunque potentes, no me parecían corresponder con la historia.
Pero según avanzas, entiendes porqué cambian, unas veces son gráficos más de fantasía y otros más reales, siempre en blanco y negro. La fantasía está relacionada con los juegos de la peque.
En toda historia siempre puede haber un personaje que te llega más, o que te enseña algo, o que te recuerda a alguien; en este caso creo que la niña es una protagonista a tener muy en cuenta. Es la que trasmite una esperanza a ver todo de forma más natural, a la tolerancia.
Recomiendo este cómic, porque intenta conectar con sentimientos y emociones muy reales.

Stone Fruit o de como una roca puede convertirse en una dulce , amarga o agria fruta. al revés también. Y es que en esta novela gráfica Lee Lai nos presenta a Bron y Ray de género queer, quienes mantienen una relación sexoafectiva.
En esta historia vemos como