La primera vez que alguien comparte el té contigo, eres un desconocido. La segunda vez que alguien comparte el té contigo, eres un invitado distinguido. La tercera vez que alguien comparte el té contigo, te conviertes en miembro de la familia. |
La primera vez que alguien comparte el té contigo, eres un desconocido. La segunda vez que alguien comparte el té contigo, eres un invitado distinguido. La tercera vez que alguien comparte el té contigo, te conviertes en miembro de la familia. |
Si nos preocupamos por nimiedades todo el rato, corremos el riesgo de pasar por alto las cosas importantes.
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A veces la mejor manera de ayudar a alguien es quedarse callado.
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La visión retrospectiva es un don muy poderoso, Wallace. A menudo no vemos lo que tenemos delante de las narices, y mucho menos sabemos apreciarlo. No es sino hasta que miramos atrás cuando nos percatamos de lo que deberíamos haber sabido desde el principio.
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Cuando no se puede lo que se quiere, hay que querer lo que se puede.
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Se había pasado gran parte de la vida con la cabeza inclinada hacia abajo. Le parecía justo que la eternidad le permitiera alzar el rostro hacia el cielo.
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A veces lo importante no es lo que hemos hecho o los errores que hemos cometido, sino las personas, lo que estamos dispuestos a hacer por los demás. Los sacrificios que hacemos.
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—¿La muerte? ¿Cómo no lo es? Naces, sí. Vives y respiras y bailas y te duele, pero mueres. Todo el mundo muere. Todo muere. La muerte es una limpieza. Desaparece el dolor de una vida mortal.
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No podemos hacerlo solos. Cuando estamos perdidos necesitamos ayuda para volver a encontrar nuestro camino.
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Me haces desear cosas que no puedo tener.
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¿Cómo se llama el presentador de Los Juegos del Hambre?