No sé qué es una vida equilibrada. Cuando estoy triste no lloro, me vierto. Cuando estoy feliz no sonrío, brillo. Cuando estoy enfadada no grito, ardo. Lo bueno de vivir en los extremos es que cuando amo doy alas, pero quizá eso no sea algo tan bueno porque siempre tienden a irse y deberías verme cuando se me rompe el corazón. No me duele, me hago añicos.
|