Todos los poemas aquí reunidos, han pasado por el ojo de una espina. Si es que el camello del silencio no se les ha quedado atravesado en la lengua —en la Expulsión.
Son seis distintas partes, capítulos o libros, los que hila una misma rueca —de palo, de espina. Pero esta rueca, al girar se quiebra, como el mismo hilo, la escritura; quizá entonces pasan por el ojo de otra hebra.
El Reino de los Cielos se corrompe y pondera, misterioso.<... >Voir plus