Los nombres propios

No sabía que me iba a encontrar y me he encontrado una verdadera maravilla.

una novela intimista muy original y tan bien escrita...
Una de las protagonista de esta historia es Belaundia Fu. ¿Que quién es? Pues la amiga imaginaria de Marta.
Quién siempre está ahí para entenderla y apoyarla .
Quién le acompañará durante todas las etapas de su vida.

Ésta novela nos habla de la amistad. del futuro, de la familia.
De tomar decisiones para descubrir nuestra identidad.
Es de esas historias que hay que leer despacito y poco a poco porque en nada dicen mucho.

Dividida en cuatro partes. La primera conoceremos la infancia de Marta a través de Belaundia Fu. Los veranos con su abuela en el Huerto y los juegos con sus hermanos y primas.

En la segunda conoceremos a Charlie. Su primer amor y con él sus ilusiones y sueños. Las dudas y el desengaño.

En la tercera parte y para mí, la más especial conoceremos esa relación tan especial con Anuncia. Su abuela y quien la inspira para perseguir su sueño.

Y la cuarta y última. Marta. Sólo Marta.Su futuro, sus proyectos. Sus sueños e ilusiones

Es una historia sencilla pero escrita de una manera maravillosa. Me ha quedado un gran vacío y me da pena haber acabado el libro sólo porque sé que no voy a volver a saber de Marta.

No os miento si os digo que Los nombres propios se ha convertido en uno de mis libros favoritos de la vida. Es de esos libros que con certeza leeré de nuevo en un futuro. Marta Jiménez Serrano ha creado una novela cuya protagonista es Marta, pero también soy yo, tú y todas vosotras. Nunca me había sentido tan sumamente identificada con un libro. Leía sus páginas y era como si me viera a mí misma en mi infancia, adolescencia y vida adulta temprana.

Para mí lo que esta autora ha creado ha sido magistral. Que un libro narrado en segunda persona trasmita de forma tan directa y con tanta fuerza lo que este libro nos narra es una auténtica pasada. Brindo por todas las Belaundia Fu del mundo, por los diferentes “yo” en nuestra cabeza que no hacen nada más que determinar nuestra personalidad, sentimientos y todas nuestras facetas. Brindo por esa abuela que te daba el yogur de pequeña, por la siestas de verano, por los primeros besos y desengaños amorosos, por las amistades, por los sueños, por la frustración académica y laboral…Marta, gracias por escribir tan bonito y gracias por dirigirte a mí directamente, porque leer tu libro ha supuesto viajar al pasado y verme a mí misma a través de tu escritura. Te has ganado una fiel seguidora.
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Los nombres propios es un libro de crecimiento personal de Marta en su paso de la niñez a la adolescencia y finalmente a la edad adulta. Es la búsqueda de la propia identidad a través de todas las Martas que conviven dentro de Marta. Y ese camino lo hace a partir de una historia personal que no tiene nada de especial y justo por eso lo es tanto. Es la historia que pondríamos haber vivido cualquiera de nosotras.
Son los veranos en la piscina de casa de la abuela, son los juegos compartidos con los primos, son las comidas con el arroz de los domingos, son los primeros amores, son las copas con los amigos de toda la vida, son las primeras decepciones, son la pérdida del primer ser querido, son las primeras decisiones importantes, son los primeros anhelos de independencia, son los primeros errores. Y en esa sencillez nos identificamos con esa niña que una vez también fuimos y reconocemos a esa abuela con la que compartimos nuestros primeros años de vida, y a la vez nos identificamos también con la madre que somos y con la madre que todavía tenemos o tuvimos. Aunque el peso está en la relación entre Marta y Anuncia, la abuela. Esa abuela que te escucha, que te entiende, que te da consejos, que te acompaña, que te enseña a dar los primeros pasos para la vida. Esa abuela que quien la tuvo la añora.
Pero aquí lo especial es que no es una historia anodina contada por una niña, sino que es Belaundia Fu, la amiga invisible de Marta, la que nos cuenta la historia. Y lo hace en segunda persona porque le habla a Marta y a la vez nos habla a nosotros, lectores, y de esa forma lo que le pasa a Marta nos está sucediendo a nosotros. Belaundia Fu se transforma en el flujo de conciencia cuando Marta crece y nos da la posibilidad de adentrarnos en su mente e ir de la mano hacia el mundo delos adultos donde Belaundia Fu ya no será necesaria.
Marta Jiménez Serrano se nutre de trazos de su vida para ficcionalizar su primera novela y utiliza un recurso narrativo que le funciona muy bien consiguiendo a la perfección su objetivo, que el lector se sienta identificado. Una delicia literaria que toca el corazón de quien la lea, que te hace pasar por todas las emociones que trae la vida y cuando un libro consigue eso sólo se le puede aplaudir y esperar que eso sólo sea el inicio de una gran trayectoria literaria en el futuro.

He terminado este libro llorando como una magdalena. Porque este libro es el retrato de una generación, la mía, y también es un viaje desde la infancia hasta la edad adulta. Pero, por encima de todo, este libro es una carta de amor a una abuela.

Anuncia. La abuela que te pregunta sin querer modificar la respuesta. La abuela que te deja ser. La abuela que te cuida. La abuela, que "se sabe pocas palabras, pero se las sabe con todo el cuerpo". La abuela que te quiere, que te apoya, que te admira crecer a tu manera, sin querer que seas otra cosa más que lo que eres.

Y mientras tú, Marta, la protagonista de esta historia, que crees saber todas las palabras pero sólo conoces su estructura, su sonido. Crees saber todas las palabras, pero aún tienes que aprender a nombrar las cosas. Tienes que aprender que "las cosas tienen los nombres que les son propios" y tú, a veces, tardas en descubrirlos. Las palabras no sólo hay que memorizarlas, sino también conocerlas, vivirlas, usarlas, digerirlas, pasarlas por la garganta, pero también por el estómago. Entenderlas desde lo más profundo. Amor, enfermedad, traición, vida. Palabras que tendrás que entender con todo el cuerpo, como tu abuela.

Y tú, Marta, que a la vez eres muchas Martas, necesitas una voz de la conciencia que te avise cuando unas Martas no están dejando hablar a las otras. Una voz que te guíe y te ayude a crecer, a ir pasando por todas las experiencias vitales que tendrás que pasar, como todas. El amor, el dolor  al asco, la ira. Los saltos, los vuelos, las caídas. "Cada sitio que veo es un sitio desde el que me he caído". Y mientras, Belaundia Fu, la amiga imaginaria que mantiene a raya a todas las Martas, te observa y te aconseja para que esas caídas duelan menos, o para que, al menos, aprendas algo de ellas.

Al leerte, Marta, he pensado mucho en "La flor", de Mary Karr. El uso de la segunda persona es poderoso. Mary Karr también se revolvió cuando la obligaron a taparse el pecho por primera. El paso de la infancia a la adolescencia es duro, empiezan a pasar cosas que te marcan de manera diferente si eres una chica.

Además, tu historia también me ha recordado la mía en algunos aspectos. En otros difiere totalmente, pero qué interesante verse reflejada en una vida que es tan diferente a la tuya, pero a la vez tan parecida. Me ha encantado conocerte, Marta. Y me ha encantado conocer a Simba, al niño, a Dani, Eli , Martin, y, sobre todo, a Belaundia Fu, y a tu abuela. Me he quedado con una sensación de ternura infinita después de leerte.

"La vida es larga. Hay que vivirla, al menos como si fuera larga. Solo hay un modo, ya lo sé, de calcular la magnitud del salto."

"Nunca has medido ni más ni menos que tú misma"

Si bien es cierto que no conecté nada con la protagonista en su infancia y adolescencia, me he sentido muy identificada con la protagonista en el resto de etapas de su vida.

Es un libro que creo que gusta porque te identificas. Porque ves en él cosas de tu vida. Porque todos hemos tenido esa voz precavida que nos dice cómo deberíamos actuar, aunque no lo hagamos así. Porque todos tenemos muchos nombres propios, somos una persona con muchas facetas y no todas se conocen. ¿Qué faceta quiero mostrar? ¿Qué faceta soy yo? ¿Quién soy?

El libro gira en torno a la identidad, a la nostalgia, a la pérdida, tanto de gente querida como de uno mismo. Trata sobre el amor, lazos familiares, amigos que son familia. La vida.

Empecé este libro pensando que lo iba a suspender y lo termino diciendo: ¡menudo libro! Me ha encantado.

Después de leer “No todo el mundo” no pude resistirme a leer su novela “Los nombres propios”.

“Los nombres propios” es la historia de Marta. de la Marta impulsiva. de la Marta que quiere decir no, pero dice si. de la Marta que cree que se enamora. de la Marta que quiere escribir pero no tiene tiempo. de la Marta hermana mayor. Pero también es la historia de su abuela, que no pudo aprender idiomas. Que no sabía nada, pero lo sabía todo. Y la historia de su madre. La madre que nunca se enfada. Nunca esta cansada. La madre que siempre está, en todas partes. Aunque no la veas.

Todo ello contado en segunda persona, a través de su amiga invisible, Belaundia Fu. Esto hace que el relato sea muy especial. Te sientes parte de él de principio a fin.

“Los nombres propios” puede ser tu historia o la mía. Es la vida misma. Un relato de lo común. Emociona identificarse con todas las versiones de Marta. Es imposible leerlo y no trasladarte a algún momento de tu vida, a la infancia y los veranos con los abuelos, la adolescencia, al primer (des)amor, las tradiciones en Navidad.

Una novela muy honesta 🤍

“Se morirá la gente, os dejarán los novios, perderéis o conseguiréis trabajos, os casaréis, os divorciaréis, perderéis hijos o los tendréis. Todas esas cosas -quizá no en ese orden- ocurrirán. Pero dará igual. Tus amigos te llevarán a alguna casa”

Belaundia Fu es la amiga imaginaria de Marta durante su infancia y también es quién nos narra sus peripecias, idas y venidas en estas páginas.
Desde su infancia en los años noventa hasta la actualidad, conocemos a Marta, la protagonista, en esta obra de autoficción que me ha encantado.
Esa superabuela tan típica, el chico malo, los amigos que siempre están, la familia que te quiere incondicionalmente, los estudios, el trabajo, los viajes y el buscarse continuamente a una misma, son la base de este libro.
Ya había leído a esta autora en su libro de relatos "No todo el mundo", así que imaginaba que esta novela me gustaría también, pero es que me ha encantado.
Leed a Marta si necesitáis encontraros a vosotras mismas.

He aquí mi mejor lectura del mes de junio.

Los nombres propios

Me ha encantado esta lectura ,es como revivir muchos recuerdos de la infancia,la adolescencia y la juventud.Ha sido un viaje verdaderamente conmovedor.

La forma de contar la historia es super especial es como un “yo del futuro” que te dice que te vas a tropezar, que la vas a cagar que te vas arrepentir de ciertas cosas que con e tiempo y el paso de los años verás de otra menera por la experiencia adquirida.Te hace ver que la vida tiene un orden..que las cosas pasan cuando tienen que pasar y que hay edades y etapas de la vida que son para vicir unas cosas y luego conforme vamos avanzando en el camino vemos las cosas desde otra perspectiva.

Me han parecido super tiernas algunas pinceladas de referencias a el Rey León.

Una ola de nostalgia y un pedacito de nuestra consciencia,con las broncas que le echa su madre siempre detrás de Marta , la relación con sus hermanos y sobre todo la relación con su abuela que me ha hecho recordar mucho a las mias.

Es un libro que te da calor, que te acoge, que te abraza y que regalaría a todo el mundo de lo bonito que es y todo lo que me ha hecho sentir a través de sus páginas. Lo he llenado de postits!
He disfrutado mucho esta lectura diferente a lo que estoy acostumbrada a leer pero que sin duda me ha llegado a la patata.

Los nombres propios es una lectura especial, una historia que podría ser la tuya o la mía, o la de cualquiera de nosotrxs. Una historia que, lejos de narrar acontecimientos excepcionales, nos hace sentirnos reflejados en el día a día de su protagonista, pero también en el difícil proceso de construcción de la identidad.

Narrada en segunda persona, conocemos a Marta a través de Belaundia Fu, esa vocecita interior que la acompaña a dondequiera que vaya, desde su infancia hasta la edad adulta. Belaundia Fu sabe quién es Marta, qué siente Marta, cómo reaccionará Marta. Belaundia Fu conoce a Marta mejor que la propia Marta.

Aunque el tema central de la novela gira en torno a la búsqueda de la identidad y el proceso de construirnos como seres únicos, resulta sumamente entretenida, pues está llena de guiños a los años 90. Muchas de las vivencias de la Marta niña y la Marta adolescente son cercanas a nuestras propias experiencias, envolviendo toda la historia de una añoranza enternecedora.

En ese proceso de construcción de la identidad, igual de importante resulta cómo nos relacionamos con quienes nos rodean, cómo nos definimos como personas en sociedad. Aquí entran en juego el resto de personajes de la novela: la familia de Marta, sus amigxs, sus primeras relaciones amorosas, sus compañerxs.

Se trata de una novela muy generacional, con personajes entrañables, con algunos momentos nostálgicos pero también con conversaciones muy divertidas en las que nos veremos reflejados a nosotros mismos.

Ha sido una grata sorpresa reencontrarme con mi propia Belaundia Fu.

Me encantó. Me sentí muy próxima a esta historia de crecimiento. En pocas páginas una gran historia de infancia, adolescendia y madurez. Lo he recomendado ya varias veces, porque es un limbro que me ha hecho sentir mucho y recordar pasajes de mi infancia. Adoro a la abuela.