Los 47 ronin: El tesoro de los leales vasallos

Enya Hangan es un noble samurái de una gran casa. Un día, mientras acudía a la casa de Ko no Moronao, este es insultado y agraviado por el abuso de poder del gobernador de Kamakura. Hangan le ataca, consiguiendo herirle, y es sentenciado a hacerse seppuku. Sus 47 samuráis a cargo se convierten en ronin y traman una venganza para restablecer el honor de su señor caído. Una historia basada en hechos reales producido en 1702 en el Japón del periodo Edo.

Esta historia es un teatro para el joruri, un teatro de marionetas, representada y celebrada incluso hoy día y representa un testimonio bastante completo de los hechos acontecidos. En él vamos a encontrar a numerosos personajes, una larga lista, cuyos nombres son, al principio, bastante difíciles de recordar (aunque los principales ya se harán muy familiares). Tendremos personajes muy variopintos y diversos: gobernadores, señores de alta alcurnia, aduladores, samuráis de baja estirpe, comerciantes, prostitutas, mujeres, criados, etc. Aclarar que un ronin es un samurai sin señor, un samurai errante. También que estos personajes no son reales, pero sí están basados en parte en los personajes históricos del acontecimiento.

Quiero destacar a las mujeres. Estas tienen unas personalidades distintas y, a veces, contradictorias, cambiando constantemente a lo largo de la historia según las circunstancias. A veces encontramos mujeres sumisas, siempre bajo la voz de un hombre y siempre como "madre de" o "hija de". Pero en ocasiones esas mujeres transmiten una fortaleza increíble y tanto honor y lealtad como los hombres. Esto se ve cuando, en ocasiones, asumen el control de sus casas, hablando como el padre de familia en ausencia de este o demostrando u honor y lealtad. Incluso no tendrán miedo de enfrentarse a sus enemigos y de hacerse seppuku para su honor.

Este teatro es un fiel reflejo de los principios básicos del samurái. Estos, de forma muy resumida, son: honor y fidelidad. El tema del honor y de la fidelidad hacia el señor de la casa es una constante y está presente siempre. El honor cae cuando Hangan muere y sus samuráis se dispersan. van a coger caminos distintos: unos se unirán a otras casas o al mismo enemigo, otros se dedicarán al pillaje y a asaltar, robar y matar en los caminos y otros se dedicarán a malvivir con trabajos precarios, siempre con el sentido de la venganza palpitante. Cuando estos personajes, fuertes y con las ideas claras, se ven deshonrados no dudarán en hacerse seppuku, el ritual de suicidio más honroso de un samurái (y algunos lo harán). El otro tema grande es la venganza y cómo perpetrar el plan. Como subtemas encontramos la vida de las clases más humildes, los caminos desviados de la vida (como el alcoholismo, la prostitución, la promiscuidad, etc.).

Al principio, el libro cuenta con una extensa introducción de algo más de 100 páginas donde se habla de la leyenda de los 47 ronin, explicaciones de la obra y una larga bibliografía sobre el tema. La historia cuenta con 11 actos, en los cuales el narrador es otro personaje más que va describiendo la historia (recordemos que es un teatro de marionetas). Además, al principio de cada acto encontramos un resumen de lo que vamos a encontrarnos. El lenguaje es bastante sencillo y hay numerosas notas finales donde se aclaran y explican términos japoneses, notas históricas y sociales, etc., que ayudan mucho más a entender la historia. En cuanto al ritmo, este es bastante rápido y el teatro se lee en un suspiro. Se convierte en una buena lectura, cargada de drama y sentimientos, pero también de amor en todo su esplendor. al mismo tiempo, veremos cómo era un verdadero samurái y todos los lazos de parentesco (familiares y no) que se pueden generar entre todos, casi formando como una verdadera familia.
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