[...] Quizá solo necesitabas un empujón, Clarence. Nunca es tarde para actuar. Nunca es tarde para enfrentarnos a nuestros miedos. Hazlo. Habla con tus tíos, si es lo que deseas. Sal ahí fuera, haz grandes cosas. ¿No me lo repites tú siempre? Al final, los únicos que nos ponemos obstáculos somos nosotros mismos.
|