La flor y la muerte

Nos ata el deseo de ser nosotras mismas, irremplazables y el saber que eso es lo que somos en los brazos de la otra

Odio la noche porque pareces esconderte en cada sombra. Odio el espacio, la galaxia entera, porque hay demasiadas estrellas, y una parte de mí (estúpida, tan estúpida) sigue esperando encontrarte tras ella.

El único paraíso que tenemos es aquel al que hemos venido a parar, y definitivamente no tiene nada que ver con la perfección ni una felicidad eterna, pero es lo que tenemos. Es mejor aprovecharlo.

—Vosotros mejor que nadie deberíais saber que las historias tristes no son suficiente para que alguien lo deje todo.

Quizá lo importante no es si ganaremos, sino cómo resistiremos, y cualquier cosa que ayude a resistir es siempre suficiente.

siempre miras al miedo de frente. No dejas que te venza.

ofreciéndoles un sueño y la perspectiva de luchar juntos por él. Ni siquiera la perspectiva de vencer. Sólo la perspectiva de luchar.

porque hasta el más pequeño acto de rebelión precisa de algo de valor.

Cruel es llegar a un lugar y robarlo por ansias de poder y riqueza, con unos métodos u otros. Cruel es arrebatarle su identidad a la gente.

cuando eres consciente de que existe la posibilidad de no luchar solo, siempre es más fácil encontrar el valor para actuar.