La memoria del tejo

Irene es liberada a más de 100 kilómetros de su casa y sin recordar nada, dos días después de su secuestro. En un principio la guardia civil de Colombres, de donde es la adolescente, piensan que se puede tratar de una chiquillada y que se escapó de casa. Pero todas las alertas se disparan cuando en el curso de la investigación, secuestran a otra adolescente de la zona.

Durante la investigación de los secuestros, descubrirán una conexión entre las desapariciones de las adolescentes y un suceso que se produjo hace 25 años en Madrid.
El secuestrador tendrá en jaque a la policía nacional de Gijón y a la guardia civil de Colombres, que terminarán colaborando en el caso.

Una novela negra trepidante, que me ha encantado de principio a fin, que se lee casi del tirón, con capítulos cortos, que me hacen querer leer siempre uno más.
Una historia que me atrapó desde el principio, que me costaba soltar, que me generaba muchas incógnitas mientras leía, y que me hizo dudar mucho, aunque sí supe quien era el malo, (no se por que, pero lo supe).
Esta novela me gustó por muchos motivos, como buena asturiana disfruté de sus localizaciones y con un poco de la mitología y con sus trocitos de historia, que nos deja entrever con esos pequeños viajes al pasado. Por sus personajes, tan como tu y yo, tan reales, y vamos a conocer a unos cuántos a lo largo de la novela, pero.. yo me quedo con Olaya.. me encantó.

Es la primera novela de la autora, pero espero que vengan muchas más, porque te has ganado con ésta, una lectora más de tus próximas novelas. Y espero que vengan más de la mano de Marina y Bedia.

Es un thriller sencillito que se lee fácil y rápido al tener capítulos cortos. Pero pasará sin pena ni gloria para mí. Adivine el asesino nada más aparecer en escena. No por nada en particular, sino porque por descarte era el único probable. El final intenta ser trepidante pero a mí los protagonistas me sacaron de quicio, a cual más estúpido y temerario en sus acciones, incluidos policía y guardia civil.
El final es abierto con lo que se prevee segunda parte.

El libro me ha parecido correcto. Prácticamente, hasta la parte final iba todo a un ritmo normal en donde se iba desenredando la situación, pero al llegar al final mi sensación ha sido que parecía como si hubiera prisa por terminar el libro y todo el desenlace ha sido visto o no visto. Me han quedado dudas a las que no he encontrado respuesta al terminar el libro.

Una novela con un misterio latente, ambientada en una Asturias llena de historia y de leyendas.

La historia principal parte de la premisa del secuestro de una menor. A raíz de ello, comienza la búsqueda de la verdad de lo que ha ocurrido, la investigación policial a cargo de dos mujeres y el cambio en la vida de Berta, una de las protagonistas. Tiene un ritmo con altibajos, y una mezcla entre novela policiaca y thriller suave.

Hay partes que me han gustado más que otras. La investigación policial es interesante y tanto Bedia como Marina son personajes que dan mucho de sí, me ha faltado conocerlos algo más, aunque tiene pinta de que pueden salir en futuros libros. 

La parte de Berta es la que me ha parecido más difusa, sin llegar a centrarse en nada en concreto, pero sí tocando todos los palos posibles. Me hubiera gustado más protagonismo de Irene y que hubiera tenido más peso en la historia conforme avanza la trama. 

La ambientación en Asturias, es una protagonista más, se nota que la autora conoce el terreno y lo plasma con mimo y esmero en el libro.

Es la primera novela de la autora y quizá se nota un poco el batiburrillo de ideas y de subtramas, aunque el estilo sí me ha convencido.

Una novela entretenida, sin grandes pretensiones, ideal para los que les gusta el suspense ligero.

Después de dos largos días de desesperación, aparece en el parque El Rinconín de Gijón Irene totalmente desorientada y con claros síntomas de haber sido drogada.

Olaya, cabo de la Guardia Civil y Marina, agente de la Policía Nacional, colaboran para descubrir quién la secuestró, pero... ¿Y si no es la única víctima? ¿Y si el secuestrador continua secuestrando a jóvenes para llevar a cabo su plan?

Olaya y Marina, dos de mis personajes favoritos en esta novela junto con Bedia, comienzan una investigación muy compleja con muy pocos hilos de los que tirar, que te hace dudar de todos y cada uno de los personajes y replantearte la historia desde diferentes puntos de vista.

Con una narración muy ligera la historia te hace recorrer el Oriente de Asturias, centrándose en los secuestros que se producen en la actualidad y en sucesos del siglo pasado como el naufragio del buque Valbanera, un caso real de un gran transatlántico español también conocido como el "Titanic canario".

Esta novela no es el típico thriller, la temática de los envenenamientos es bastante original. He de decir que el ritmo de la novela me ha resultado un poco lento sobre todo en la primera mitad del libro, aunque no ha sido impedimento para disfrutar de la historia. Si te gusta la novela negra dale una oportunidad seguro que te gustará.

Ojalá muy prontito pueda leer su segunda parte.

Viajamos a Colombres (Asturias). La historia empieza fuerte con la desaparición de Irene, joven estudiante que vive con Berta, su madre.
Cuando Irene reaparece no recuerda absolutamente nada y según avanza el libro conocemos a otras chicas que como Irene han estado secuestradas dos días y el secuestrador las libera sin memoria y sin recuerdos del cautiverio.
Tanto la inspectora Roldán como la cabo Herrero unirán fuerzas para atrapar a este sujeto y conocer la verdad, ¿Qué ha usado con sus víctimas para que no recuerden nada de lo sucedido?
Ha sido un no parar de leer, con capítulos cortos, amenos, descripciones exquisitas que te meten más aún en la historia.
Todos los personajes están muy bien construidos y la pluma de la autora transmite cercanía con el lector.
El final ha estado a la altura de mis expectativas, con giros y sorpresas. Sin duda una gran lectura con una ambientación maravillosa.

Leyendo esta novela me he sentido de nuevo en casa, en mi Asturias natal, y al terminar y conocer algo más sobre Marta Huelves descubro que es madrileña, pensé sin dudarlo que era asturiana, por la ambientación que nos ofrece, rica en detalles y matices, así como curiosidades y datos históricos. Sinceramente, las descripciones de los lugares son de diez, pero también de la cultura y costumbres, palabras en bable, me traen morriña y me hacen pensar que leía a una paisanina, pero no dude que el Principado de Asturias la adopte.
                Me encanta la novela policiaca por el placer que supone enfrentarme a un enigma desde el salón de mi casa, descubrir los motivos que tiene cualquier asesino a disponer de la vida de otros a su antojo. Encontrar las claves que nos lleven a solucionar el caso antes de que el escritor revele el nombre, pero en esta novela me he quedado alucinada con la información tan vasta ofrecida sobre el tejo, he descubierto algo que no me esperaba o no recuerdo tener conocimiento de ello, Marcelino y la señorita Martín han tenido toda mi atención, no digo nada de ese diario con las anomalías de la casa de reposo.

Esperaba más de este libro. Así puedo resumirlo. La historia empieza fuerte, te engancha y hasta poco antes de la mitad no podía dejarlo. Ahora bien, es aquí, antes de la mitad del libro, cuando ya me veo venir el final... Sin equivocarme. Sé quién es el asesino, y eso le ha quitado la gracia al libro. Aún así, me leeré la segunda parte para darle otra oportunidad a la autora.

La novela es amena, escrita con sencillez y consigue mantener al lector con intriga hasta el final, donde justamente pierde y cae en picado todo el trabajo hecho. Da la sensación de que la resolución es de cualquier modo por falta de tiempo, de golpe y porrazo y sin aclarar puntos básicos. Personajes y sucesos que no vienen a cuento y que no ayudan a comprender ni la motivación del villano, ni algunos de sus actos. Una lectura interesante que finaliza cual jarro de agua.
Otra cosa, ya cansa el uso y abuso del tema "jóvenes adolescentes secuestradas, violadas y asesinadas", muy oportunista y algo perverso, pero ese es otro debate.

Asturias se convierte en el escenario para esta novela negra. Concretamente en Colombres, un pueblo pequeño y aparentemente tranquilo, en la zona oriental.
Todo empieza con la desaparición de la hija adolescente de Berta.
La joven fue hacer unas fotocopias y allí se pierde su rastro, es secuestrada. Cuarenta y ocho horas después, la dejan en libertad pero sin recordar absolutamente nada.
Todo se complica y toma más importancia de que le daban, cuando se repite la historia con otra adolescente y a su vez lo asocian a otro caso que se produjo en Madrid hace veinticinco años atrás.
La inspectora Roldán, de la policía Nacional de Gijón y la cabo herrero, de la Guardia Civil de Colombres, no pararán de investigar hasta dar con el responsable de estos secuestros.

Me ha resultado una lectura muy entretenida, ágil, fluida y muy bien narrada.
La ambientación es lo que más me ha gustado. Se nota que la autora se ha documentado muy bien sobre los lugares que van apareciendo y sus historias. También aparecen expresiones y palabras típicas de allí y eso le ha dado un toque especial a la historia y a sus personajes. Describe todo muy en profundidad.
Los personajes están bien construidos pero para mí, me ha faltado un poco más de profundidad en algunos de ellos. Mi favorita ha sido Olaya.
Mis sospechas no iban mal encaminadas e intuí quién podría haber detrás de los secuestros pero también hubo algún giro en la trama que no esperaba.