“A mi modo de ver, este es uno de los problemas de vivir en el siglo XXI. Muchos de nosotros tenemos cubiertas todas nuestras necesidades materiales, de manera que la labor del marketing es vincular la economía a nuestras emociones, hacernos sentir que necesitamos más haciendo que deseemos cosas que antes no necesitábamos. Nos hacen sentir que somos pobres ganando treinta mil libras al año. Que no hemos viajado mucho si solo hemos visitado diez países extranjeros. Que somos demasiado mayores si tenemos una arruga. Que somos feos si no se nos pasa el Photoshop y no se nos añaden unos filtros.”
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